Los trastornos de ansiedad son una entidad nosológica con una alta prevalencia, constituyendo una discapacidad en las personas que los padecen. Existe evidencia de la efectividad del tratamiento farmacológico y psicoterápico, por lo que profesionales de la salud mental se han visto llamados a investigar hacia otras líneas de intervención. En la presente revisión se realiza una búsqueda en la literatura sobre los posibles beneficios del ejercicio en personas con trastorno de ansiedad. Para la revisión de artículos, se ha utilizado varias bases de datos, y se ha consultado revistas científicas así como la opinión de un psiquiatra. En los criterios de inclusión de artículos destaca la presencia de un trastorno de ansiedad diagnosticado y de intervenciones centradas en el ejercicio. El ejercicio ha sido revisado en trece estudios, que han proporcionado datos sobre la efectividad del ejercicio.
Entre los distintos tipos de ejercicio destaca el aeróbico, seguido de otros como el anaeróbico, el yoga, el Tai Chi o la meditación. Existe discusión entre los resultados, aunque algunos autores aseguran de la existencia de efectos positivos derivados de la práctica de ejercicio. Aunque hay datos que respaldan la práctica de ejercicio en las personas con trastornos de ansiedad, se necesitan más estudios clínicos aleatorios bien diseñados que apoyen esta teoría ya que existe una heterogeneidad de las variables estudiadas y que hace requerir mayor precisión en los estudios futuros.