Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al ver que el consumo de cocaína era uno de los factores de riesgo más potentes. «Encontramos que el riesgo de ictus asociado con el consumo de cocaína es mucho mayor que algunos otros factores de riesgo, como la diabetes, presión arterial alta y el tabaquismo».
Los investigadores compararon a 1.101 personas de 15 a 49 años con 1.154 personas de edades similares. Más de una cuarta parte reconocieron que tenían un historial de consumo de cocaína, especialmente los varones.
Los resultados del estudio mostraron el riesgo de ictus es entre 6 y 7 veces mayor en las 24 horas siguientes al consumo de la droga.
«La cocaína no sólo es adictiva, sino que también puede conducir a una discapacidad o la muerte por accidente cerebrovascular- advierte Cheng-. Creemos que cada paciente joven con ictus debe ser examinado por si concurre un consumo de drogas en el momento del ingreso en el hospital».
Sin embargo, reconocen a pesar del fuerte riesgo de ictus asociado con el uso agudo de la cocaína, en nuestro estudio, «sólo alrededor de un tercio de los pacientes jóvenes con ictus habían sido sometidos a exámenes toxicológicos realizados durante la hospitalización. Por eso creemos que el porcentaje de consumo de cocaína podría ser mayor del que hemos visto».