Objetivo
Los trastornos de ansiedad prevalecen entre los jóvenes y, a menudo, son muy perjudiciales.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento eficaz de primera línea. Los autores investigaron los mecanismos cerebrales asociados con el cambio de síntomas después de la TCC.
Métodos
Jóvenes no medicados diagnosticados con un trastorno de an...
Objetivo
Los trastornos de ansiedad prevalecen entre los jóvenes y, a menudo, son muy perjudiciales.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento eficaz de primera línea. Los autores investigaron los mecanismos cerebrales asociados con el cambio de síntomas después de la TCC.
Métodos
Jóvenes no medicados diagnosticados con un trastorno de ansiedad se sometieron a 12 semanas de TCC como parte de dos ensayos clínicos aleatorios que probaron la eficacia del entrenamiento cognitivo computarizado complementario.
En ambos ensayos, los participantes completaron una tarea de procesamiento de amenazas durante una resonancia magnética funcional antes y después del tratamiento.
Jóvenes sanos de la misma edad completaron dos exploraciones durante el mismo período de tiempo. La edad media de las muestras fue 13, 20 años (DE=2, 68); El 41% eran hombres (jóvenes con trastornos de ansiedad, N=69; jóvenes sanos de comparación, N=62). Se utilizó una muestra adicional que incluía jóvenes con riesgo temperamental de sufrir ansiedad (N = 87; edad media, 10, 51 años [DE = 0, 43]; 41 % hombres) para probar la estabilidad de las diferencias neuronales relacionadas con la ansiedad en ausencia de tratamiento.
Los cambios de activación regional de todo el cerebro (con un umbral de p<0, 001) se examinaron utilizando una respuesta dependiente del nivel de oxígeno en sangre basada en tareas.
Resultados
Antes del tratamiento, los pacientes con un trastorno de ansiedad exhibían una activación alterada en las redes de atención frontoparietales y las regiones límbicas en comparación con los niños sanos de comparación en todas las condiciones de la tarea.
La hiperactivación frontoparietal se normalizó durante el curso del tratamiento, mientras que las respuestas límbicas permanecieron elevadas después del tratamiento.
En la muestra en riesgo, surgieron grupos superpuestos entre regiones que mostraban asociaciones estables con la ansiedad a lo largo del tiempo y regiones que mostraban cambios relacionados con el tratamiento.
Conclusiones
La activación de las redes frontoparietales puede normalizarse después de la TCC en pacientes pediátricos con ansiedad no medicados.
Las regiones límbicas pueden ser menos susceptibles a los efectos agudos de la TCC.
Los hallazgos de la muestra en riesgo sugieren que los cambios relacionados con el tratamiento pueden no atribuirse únicamente al paso del tiempo.
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