Encontrar, conseguir o desarrollar concentración a muchos les es complicado. Y si se antoja una tarea difícil incluso en un ambiente diseñado para ello, cuando el espacio que nos rodea no está de nuestro lado es mucho más trabajoso.
Casas pequeñas, falta de luz natural. . . son muchas las cosas que poco a poco mitigan nuestra capacidad de concentración, para trabajar o para estudiar. Aun así, debemos esforzarnos por crear un espacio lo más conveniente para la tarea que se busca realizar. Patricia Benayas, coach de productividad y creadora de @estirandoeltiempo, explica que los elementos básicos que necesitamos para crear un espacio de estudio o trabajo en el que concentrarnos son: una mesa con la altura adecuada, una silla ergonómica, un flexo y un espacio para guardar nuestro material de estudio o trabajo.
Es posible que muchos no dispongan en su casa de un lugar que poder dedicar con exclusividad «a la concentración». La coach apunta algunos consejos básicos para poder determinar este espacio de la manera más eficaz. «Debemos elegir el lugar en el que más tranquilidad encontremos; es preferible, por ejemplo, la mesa del comedor a la de la cocina, ya que en esta estancia suele haber más paso», comenta. Aconseja buscar un separador (como puede ser un biombo) para delimitar la zona de estudio o trabajo y así «dejar claro a todos los miembros de la familia que la persona está en su "zona de estudio" y necesita concentración».
Cuidar los colores y la luz
Tanto la iluminación como los colores juegan un papel importante en la consecución de la concentración. Explica la profesional que el color blanco nos ayuda a focalizar en lo que estamos haciendo. El verde nos ayuda a relajarnos y a concentrarnos. Un color suave, como el verde o azul, nos ayuda a mantener un ambiente de tranquilidad, lo que facilita mantener la concentración. «También está demostrado que una luz adecuada nos ayuda a la hora de planificar las tareas y realizarlas con mejor actitud», apunta Patricia Benayas.
«La mejor luz es la natural; los diestros deben recibir la luz por encima del hombro izquierdo, mientras que los zurdos deben recibirla por el lado contrario. La iluminación general debe ser uniforme y dotar de luz a toda la habitación sin que haya zonas más oscuras que otras», explica la profesional.
Límites mentales para estudiar mejor
Muchas veces, las imposibilidades que nos pone nuestra casa hace que el espacio de concentración no sea el mejor posible. En estos casos, es importante otorgarle importancia a crear el este espacio en nuestra mente. La socióloga Alicia Aradilla, autora del libro «Teletrabajar, pero bien» (Diana), explica que a través de la atribución simbólica de un contexto a ciertos objetos, podemos ayudar a fomentar la concentración a la hora de estudiar en casa. Para conseguir este espacio de concentración, la profesional da varios consejos:
1. Es importante que hagamos una atribución simbólica al espacio que vamos a dedicar a la actividad. «Una vez hecho esto, podemos reforzar la idea con un "objeto maná", es decir, un objeto que represente ese momento de concentración o estudio y el éxito que queremos conseguir», explica la socióloga y añade que debemos procurar tener ese objeto con nosotros en las horas en las que buscamos concentración.
2. La planificaciónes esencial para sacarle partido a nuestras horas de estudio o trabajo. «Debemos repartir las horas de estudio o trabajo en la semana, y asegurarnos de planificar descansos cada 45 minutos: salir al balcón, tomar una infusión, una tarea doméstica, cualquier cosa que nos ayude a despejarnos», aconseja.
3. Si estudiamos o trabajamos en el mismo lugar en el que pasamos el resto del día, debemos buscar una delimitación, aunque sea simbólica. «En una época en la que debía estudiar mucho, compré un sillón orejero para mi salón, y solo me sentaba ahí cuando tenía que estudiar. De esta manera, cuando estaba en él, entendía que era el momento de la concentración», relata.
4. Por último, la socióloga explica la importancia de ser amables con nosotros mismos en estos momentos y agradecernos nuestros logros. «Cuando terminas una sesión de estudio o trabajo, puedes darte un pequeño premio, ver un vídeo que te gusta o tomar una taza de café que te encante; también debes cerrar los ojos y agradecerte a ti mismo lo que has conseguido ese día. El agradecimiento es muy importante en nuestra vida», concluye.
