En medio de una pandemia global, las necesidades de supervivencia se vuelven más importantes y la capacidad de las personas para regular sus sentimientos y acciones puede ser particularmente relevante para protegerse del daño.
A partir de la teoría del enfoque regulatorio, las personas que se centran más en la prevención también tienen más probabilidades de adoptar comportamientos de protección de la salud, incluidos los comportamientos de salud sexual, porque son más conscientes de las amenazas.
Extendiendo este razonamiento a la pandemia de COVID-19, realizamos un estudio longitudinal prerregistrado con 174 personas de 23 países ( M edad = 30, 66, DE = 11, 81; 77, 6% mujeres), para examinar el papel del enfoque regulatorio en la predicción de la actividad sexual de individuos solteros.
Evaluamos la información demográfica, el enfoque regulatorio y los rasgos de personalidad al inicio (T1), las amenazas percibidas dos semanas después (T2) y los indicadores de actividad sexual dos semanas después (T3).
Como se planteó, los resultados mostraron que las personas solteras que informaron un mayor enfoque en la prevención al comienzo de la pandemia percibieron más amenazas relacionadas con la pandemia y, a su vez, informaron una actividad sexual menos frecuente.
Estos efectos fueron consistentes incluso al controlar la promoción (es decir, los motivos de placer), la personalidad, la ubicación geográfica, las políticas locales de distanciamiento social, el género y la orientación sexual. Los hallazgos se discuten considerando sus implicaciones para el funcionamiento sexual y la salud sexual de las personas solteras.
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