Autor/autores:
Jessica N. Kent y Christopher J. Kilby
Objetivos Se prevé que las pandemias mundiales, como la pandemia actual de COVID-19, aumenten en prevalencia en el futuro. Las técnicas de supresión de la transmisión, como el distanciamiento social y las restricciones para quedarse en casa, han introducido una gran cantidad de factores estresantes adicionales y, al mismo tiempo, reducen nuestra capacidad para hacer fr...
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Se prevé que las pandemias mundiales, como la pandemia actual de COVID-19, aumenten en prevalencia en el futuro. Las técnicas de supresión de la transmisión, como el distanciamiento social y las restricciones para quedarse en casa, han introducido una gran cantidad de factores estresantes adicionales y, al mismo tiempo, reducen nuestra capacidad para hacer frente al estrés, lo que aumenta la carga colectiva de la pandemia. Se han identificado numerosos factores psicosociales para proteger contra la angustia en circunstancias difíciles. Sin embargo, se desconoce si estos factores seguirán siendo protectores en el contexto de la pandemia.
El objetivo del presente estudio fue determinar si el locus de control (LOC), el estilo de afrontamiento o la autocompasión eran factores debilitantes o protectores del bienestar psicológico (depresión, ansiedad, estrés y afecto positivo y negativo) durante la pandemia de COVID-19.
En el estudio actual, adultos australianos ( N = 176) completaron una encuesta longitudinal en línea (dos puntos de tiempo, con 2 semanas de diferencia) que incorporó medidas demográficas, locus de control, afrontamiento, autocompasión (medida en T1), depresión, ansiedad, estrés y afecto positivo y negativo (medido en T1 y T2) entre junio y agosto de 2020, durante el apogeo del confinamiento en Australia.
Los análisis de regresión múltiple sugirieron que el afrontamiento evitativo predijo aumentos en el estrés y el afecto negativo a lo largo de los puntos de tiempo. Además, la autocompasión fue predictiva de un mayor afecto positivo a lo largo de los puntos de tiempo.
Estos resultados sugieren que el contexto pandémico representa un estresor único, que exige un conjunto distintivo de estrategias y características psicosociales para hacerle frente. Las intervenciones dirigidas a reducir los comportamientos de afrontamiento evitativos y promover la autocompasión pueden contribuir a mejorar el bienestar psicológico durante la pandemia de COVID-19 y futuras pandemias.
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