Resumen

Con anterioridad informamos de un 90% menos de riesgo de depresión mayor, evaluado de forma prospectiva, en los hijos adultos de probandos depresivos que informaron de que la religión o la espiritualidad eran muy importantes para ellos.  La frecuencia de asistencia a la iglesia no se relacionó significativamente con el riesgo de depresión. Nuestros anteriores hallazgos de imagen cerebral en los hijos de adultos de estas familias de alto riesgo también revelaron grandes extensiones de adelgazamiento cortical a través de la superficie lateral del hemisferio cerebral derecho.

El objetivo de este estudio fue determinar si los adultos de alto riesgo que reportaron una importancia alta de religión o espiritualidad tenían cortezas más gruesas que aquellos que reportaron una importancia moderada o baja de religión o espiritualidad, y si este efecto varía según la situación de riesgo familiar. Esto es un estudio familiar, longitudinal de cohorte retrospectivo de 103 adultos (de 18 a 54 años) que eran descendientes de segunda o tercera generación de depresivos (alto riesgo familiar) o no depresivos (bajo riesgo familiar) probandos (primera generación). La importancia religiosa o espiritual y la asistencia a la iglesia se evaluaron en 2 puntos de tiempo durante 5 años, y el grosor cortical se midió en imágenes anatómicas del cerebro adquiridas con imágenes de resonancia magnética en el segundo punto de tiempo. La principal medida fue el grosor cortical en las regiones parietales por estado de riesgo.

La importancia de la religión o la espiritualidad, pero no la frecuencia de asistencia, se asoció con cortezas más gruesas en las regiones occipital y parietal izquierdo y derecho, el lóbulo frontal medial del hemisferio derecho y el cuneus y precuneus en el hemisferio izquierdo, independientemente del riesgo familiar. Además, los efectos de importancia en el grosor cortical fueron significativamente más fuerte en el alto riesgo que en el grupo de bajo riesgo, en particular a lo largo de la pared mesial del hemisferio izquierdo, en la misma región en la que ya se había informado de una corteza más delgada significativa asociada con un riesgo familiar de desarrollar la enfermedad depresiva. Tomamos nota de que estos hallazgos se correlacionan y por lo tanto no prueban una relación causal entre la importancia y el grosor cortical.

Una corteza más gruesa asociado con una alta importancia de la religión o la espiritualidad puede conferir resistencia al desarrollo de la enfermedad depresiva en personas con alto riesgo familiar de depresión mayor, posiblemente mediante la ampliación de una reserva cortical que contrarresta en cierta medida la vulnerabilidad que el adelgazamiento cortical plantea para el desarrollo de la enfermedad depresiva familiar.

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