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07/07/2014
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ong>Resumen
Una aproximación diagnóstica adecuada a la depresión resistente, nos enfrenta a la necesidad de marcar los límites y definición que configuran el estatuto de las verdaderas depresiones resistentes. Como en otros muchos procesos psiquiátricos, antes de realizar un diagnóstico positivo deberíamos reflexionar sobre una serie de aspectos que nos pueden hacer considerar un cuadro depresivo como resistente sin serlo, a saber:
1. Que el diagnóstico sea correcto
2. Descartar la presencia de comorbilidad
3. El incumplimiento terapéutico
4. Por último, valorar si el fármaco, las dosis utilizadas y el tiempo de tratamiento transcurrido es el terapéuticamente correcto.
Al realizar el diagnóstico tendremos que tener en cuenta un conjunto de factores que tras el inicio del proceso terapéutico integral pueden estar influyendo negativamente a la hora de la resolución del cuadro y que son evitables o posibles de prevenir. De muchos de los estudios realizados sobre este tema, se desprende que una cantidad importante de depresiones calificadas como resistentes no son más que pseudorresistencias. Entre los factores principales que influyen en una mala respuesta antidepresiva destacamos:
1. Prescripción de tratamiento inadecuado.
2. Falta de cumplimiento adecuado al tratamiento.
3. Otros factores externos al proceso terapéutico (estilo de vida, conductas de riesgo, presencia de acontecimientos vitales estresantes, traumáticos o persistentes en el tiempo, etc.) El propio curso clínico se verá afectado por cada una de las variables, conjunto de variables, mencionadas; de aquí, por tanto, la necesidad de una correcta detección y manipulación de las mismas en el proceso terapéutico.
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Palabras clave: Depresión resistente, Diagnóstico, Pseudorresitencia, Cumplimiento terapéutico.