Cerca del 60 por ciento de las personas mayores de 40 años con depresión podría presentar niveles bajos de hormona D, según ha señalado el jefe de la Unidad de Trastornos de la personalidad del hospital Clínico San Carlos de Madrid, José Luis Carrasco.
Por eso, el experto ha informado de que en la mayoría de los casos ya se realiza una evaluación de los niveles de calcifediol a todas las personas tras diagnóstico de depresión, al tiempo que se realizan otras analíticas para detectar otras posibles alteraciones que pudieran causar depresión.
Por supuesto, en las personas con déficit de hormona D es preciso que, además de esta hipovitaminosis, se asocien también otros factores internos, como una personalidad predisponente, y factores externos, como el estrés mantenido, para que llegue a desencadenarse un cuadro de depresión.
"Pero, aunque todavía hacen falta estudios epidemiológicos más amplios que demuestren científicamente un efecto protector de esta hormona sobre la depresión, sí disponemos de estudios que sugieren que la hormona D podría reducir la aparición de recaídas en pacientes depresivos recuperados", ha añadido el especialista del hospital Clínico San Carlos.
Otro aspecto que también se ha demostrado es que para un adecuado funcionamiento neuropsiquiátrico es necesario unos niveles correctos de calcifediol. En este sentido, la presencia de receptores de hormona D en numerosas regiones cerebrales que se suelen ver afectadas en pacientes con depresión, sugiere que esta hormona podría estar implicada en la enfermedad.
"A nivel clínico, es importante también tener en cuenta que la suplementación con vitamina D puede potenciar el efecto del tratamiento con fármacos antidepresivos y favorecer la recuperación a largo plazo de estos pacientes", ha zanjado Carrasco.
