El Hospital Universitario de Torrejón ha reactivado la terapia asistida con animales para tratar la depresión en pacientes mayores, tras un paréntesis provocado por el Covid.
La actividad, que se lleva a cabo en colaboración con la Asociación Yaracán, estuvo operativa durante varios años en el Hospital y demostró múltiples beneficios, entre los que destaca que un 60% de los pacientes con depresión pudo disminuir su medicación psiquiátrica, han informado desde el centro en un comunicado.
"Desde el equipo de Salud Mental buscamos terapias alternativas, enfocadas a la mejora clínica, que aumenten la funcionalidad de nuestros pacientes. No olvidamos la importancia de la medicación, pero en ocasiones estas terapias no farmacológicas sirven como adyuvante y nos permiten obtener buenos resultados en la evolución de nuestros pacientes", ha destacado la jefa del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental, la doctora Helena Díaz.
Durante las sesiones se fomenta una participación activa, se realizan dinámicas de juego con el animal, se entrenan las funciones cognitivas y se trabaja la potenciación del vínculo y los afectos. En definitiva, se establece una comunicación verbal y no verbal, que "produce la liberación de neurotransmisores asociados al bienestar emocional y reducir los síntomas depresivos".
"Se trata de un proyecto muy prometedor y efectivo para este tipo de pacientes, ya que nos permite trabajar en un enfoque grupal, y sin cuestionamientos, aquello que tiene que ver con el cuadro clínico de una persona mayor, es decir, el aislamiento y la soledad, la iniciativa y la actividad motora, el abandono y el cuidado básico, incluso la toma de medicaciones y su alimentación", ha explicado la doctora.
GRUPO TERAPÉUTICO
Gracias a este grupo terapéutico, los pacientes tienen una cita a nivel social con once compañeros a los que le pasa algo parecido y con dos perros que les necesitan dado que forman parte de sus cuidados: les cepillan, les acarician o les cortan las uñas.
"Tener a alguien a quien cuidar les motiva mucho", han recalcado desde el Hospital Universitario de Torrejón. De hecho, existen evidencias empíricas de que las mascotas domésticas tienen un impacto positivo y disminuyen los cuadros de depresión, ansiedad y soledad.
Una de las ventajas de esta terapia es la modalidad grupal, porque cada integrante es un terapeuta en potencia. Entre las dinámicas que se llevan a cabo, al inicio del grupo los pacientes cuentan sus preocupaciones y problemas, una tarea en la que "el perro actúa de catalizador, ya que va dando pie a que los pacientes hablen en cuanto se les acerca".
Se trata de una manera muy poco invasiva de promover la conversación entre ellos para que aborden de forma natural diferentes temas que les inquietan o les perturban en su día a día. A nivel cognitivo también se llevan a cabo ejercicios y dinámicas que trabajan la memoria, la atención, la concentración y, en muchos de los casos, las combinaciones relacionales.