Autor/autores:
Susan K. Conroy y Paul E. Holtzheimer
Durante muchas décadas, el tratamiento psiquiátrico se ha guiado principalmente por dos paradigmas principales de la psicopatología: un paradigma neuroquímico que conduce al desarrollo de medicamentos y un paradigma psicológico que da como resultado el desarrollo de psicoterapias. Un tercer paradigma que postula que la disfunción psiquiátrica es el...
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Durante muchas décadas, el tratamiento psiquiátrico se ha guiado principalmente por dos paradigmas principales de la psicopatología: un paradigma neuroquímico que conduce al desarrollo de medicamentos y un paradigma psicológico que da como resultado el desarrollo de psicoterapias.
Un tercer paradigma que postula que la disfunción psiquiátrica es el resultado de una comunicación anormal dentro de una red de regiones del cerebro que regulan el estado de ánimo, el pensamiento y la conducta, ha ganado mayor atención en los últimos años y subyace al desarrollo de múltiples terapias de neuromodulación y neuroestimulación.
Este paradigma de circuito neuronal no es nuevo. A finales del siglo XIX y principios del XX, era una forma común de entender las enfermedades psiquiátricas y condujo a varias de nuestras primeras terapias somáticas. Sin embargo, con el surgimiento de medicamentos efectivos y psicoterapias basadas en evidencia, este paradigma quedó casi inactivo. Su reciente resurgimiento fue el resultado de un creciente reconocimiento de que los medicamentos y la psicoterapia dejan a muchos pacientes tratados de manera inadecuada, junto con los avances tecnológicos que han revolucionado nuestra capacidad para comprender y modular los circuitos neuronales involucrados en los trastornos psiquiátricos.
En esta descripción general, los autores revisan la historia y el estado actual de la neuromodulación para las enfermedades psiquiátricas y se enfocan específicamente en estos enfoques como tratamiento para la depresión, ya que esta ha sido la indicación principal para estas intervenciones a lo largo del tiempo junto con los avances tecnológicos que han revolucionado nuestra capacidad para comprender y modular los circuitos neuronales involucrados en los trastornos psiquiátricos.
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