CONCLUSIÓN PRÁCTICA
En un ensayo de 52 semanas en adultos con depresión resistente al tratamiento, la suplementación con quetiapina fue más eficaz que la suplementación con litio para reducir los síntomas, ofreció una mayor relación coste-efectividad y mostró una seguridad comparable.
DISEÑO DEL ESTUDIO
LQD fue un ensayo pragmático, abierto, de grupos paralelos, aleatorizado y comparativo de superioridad (2016-2021) en el que se incluyó a 212 adultos con depresión resistente al tratamiento.
Los participantes (edad media: 42,4 años; el 46 % hombres; el 89 % blancos) fueron asignados aleatoriamente a recibir terapia suplementaria con quetiapina (n = 107) o litio (n = 105).
Los criterios de valoración principales fueron la carga global de la gravedad de los síntomas depresivos a lo largo de 52 semanas y el tiempo transcurrido hasta la interrupción del tratamiento por cualquier causa.
Entre los criterios de valoración secundarios se encontraban la gravedad de la depresión evaluada por el médico (medida mediante la puntuación total de la Escala de Calificación de la Depresión de Montgomery-Åsberg [MÅDRS, por sus siglas en inglés]), las tasas de remisión, la calidad de vida relacionada con la salud, el funcionamiento laboral y social (medido mediante la puntuación total de la Escala de Adaptación Laboral y Social [WSAS, por sus siglas en inglés]), la adherencia al tratamiento, la seguridad y los eventos adversos.
Se comparó la relación coste-efectividad de ambos fármacos desde dos perspectivas: la del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y los servicios sociales personales, y una perspectiva social más amplia.
RESULTADOS
El grupo de quetiapina mostró una carga global significativamente menor de gravedad de los síntomas depresivos que el grupo de litio (área bajo la curva de diferencias intergrupales: -68,36; p = 0,0296). El tiempo transcurrido hasta la interrupción de la medicación fue comparable entre ambos grupos (p = 0,1196).
El grupo de quetiapina presentó puntuaciones más bajas en la Escala de Calificación de la Depresión de Montgomery-Åsberg (p = 0,0435) y la Escala de Adaptación Laboral y Social (p = 0,0071) en la semana 52 que el grupo de litio, lo que indica una menor gravedad de la depresión y un menor deterioro funcional, respectivamente.
Entre los 32 eventos adversos graves observados en 18 participantes, uno estuvo potencialmente relacionado con el litio. Los resultados de seguridad fueron comparables entre ambos grupos (15 eventos en el 7 % de los participantes del grupo de quetiapina y 17 eventos en el 11 % de los participantes del grupo de litio).
La quetiapina resultó más rentable que el litio desde ambas perspectivas consideradas en el análisis.
CONCLUSIONES
Los autores señalan que, "en comparación con el litio, la quetiapina podría ser un tratamiento de primera línea más adecuado para muchas personas con depresión resistente al tratamiento. En estudios futuros se deberían investigar los predictores de la respuesta y la interrupción del tratamiento".
FUENTE
Este estudio fue dirigido por el Dr. Anthony J. Cleare, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres (Inglaterra). Se publicó en línea en la edición de abril de 2025 de la revista The Lancet Psychiatry.
LIMITACIONES
La falta de datos sustanciales para algunas medidas de los criterios de valoración secundarios y la falta de algunos datos en el grupo de litio en las semanas 26 y 52 podrían haber introducido un sesgo de detección. La menor representación de grupos étnicos no blancos en la muestra del estudio y un desequilibrio aleatorio en cuanto a sexo y empleo entre ambos grupos podrían haber afectado a los resultados.
DECLARACIÓN DE INTERESES
Este ensayo fue financiado por el programa de programa de Evaluación Tecnológica del National Institute for Health and Care Research Health del Reino Unido. Varios autores declararon tener diversos vínculos con compañías farmacéuticas y organizaciones de investigación. Se proporcionan los detalles en el artículo original.
Este artículo se creó utilizando diversas herramientas editoriales, entre ellas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Los editores humanos revisaron este contenido antes de su publicación.