La estimulación cerebral profunda (DBS) es un tratamiento basado en la evidencia para la enfermedad de Parkinson y se usa experimentalmente para la depresión, con alrededor del 50% de los pacientes que muestran un buen efecto.
DBS implica la implantación neuroquirúrgica de electrodos en áreas específicas del cerebro, que modulan el tejido neural circunda...
La estimulación cerebral profunda (DBS) es un tratamiento basado en la evidencia para la enfermedad de Parkinson y se usa experimentalmente para la depresión, con alrededor del 50% de los pacientes que muestran un buen efecto.
DBS implica la implantación neuroquirúrgica de electrodos en áreas específicas del cerebro, que modulan el tejido neural circundante con pulsos eléctricos. Una de las características atractivas de DBS es su flexibilidad, ya que el efecto terapéutico se puede optimizar cambiando las propiedades eléctricas de los pulsos, como la selección de contacto, la amplitud, la frecuencia y el ancho del pulso.
En estudios de DBS para la enfermedad de Parkinson, la exploración sistemática de estas diferentes propiedades ha arrojado una visión esencial de cómo los diferentes entornos afectan los diferentes síntomas. Hasta ahora, los estudios en DBS para la depresión han adoptado comprensiblemente estrategias de optimización de parámetros de estos estudios neurológicos, que generalmente fijan el ancho del pulso a 90 μs, la frecuencia a 130 Hz y aumentan la amplitud de forma gradual.
Sin embargo, la depresión no solo es un trastorno diferente con diferentes circuitos cerebrales patológicos implicados que la enfermedad de Parkinson, sino que el DBS también está dirigido a diferentes áreas del cerebro. Es, por lo tanto, concebible que se pasen por alto parámetros efectivos para la depresión que no sean la amplitud.
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