Según sugiere un estudio de la Universidad James Cook de Australia, publicado en Schizophrenia Research, la dieta cetogénica, es decir, una dieta con niveles elevados de grasas pero baja en carbohidratos (azúcares), proporcionaría fuentes de energía alternativas (los denominados cuerpos cetónicos, producidos por la descomposición de la grasa) y ayudaría a rodear las vías de energía celular de funcionamiento inadecuado en el cerebro de los esquizofrénicos.
Los autores del estudio creen que la dieta interviene en los síntomas de esquizofrenia al proporcionar fuentes de energía alternativas (los denominados cuerpos cetónicos, producidos por la descomposición de la grasa) ayudando así a evitar o rodear las vías de energía celular de funcionamiento inadecuado en el cerebro de los esquizofrénicos; se sabe por otros estudios que la neurotransmisión anormal de glutamato, la hiperfunción del neurotransmisor GABA y otras graves alteraciones del metabolismo de la glucosa podrían estar detrás de la pato-fisiología de la esquizofrenia.
Por otra parte, la dieta cetogénica podría tener un beneficio adicional: impide ganar peso, previene problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2, que son algunos de los efectos secundarios de algunos de los fármacos que se recetan para el control de la esquizofrenia. Los investigadores esperan confirmar sus hallazgos en un segundo modelo animal antes de pasar a preparar un posible ensayo clínico en humanos.
Para acceder al texto completo es necesario consultar las características de suscripción de la fuente original: http://www.schres-journal.com/home