Autor/autores:
Jian Cui y b , Meng Li y , Yang Wu...(et.al)
El trauma infantil está fuertemente vinculado al desarrollo de depresión en la edad adulta, sin embargo, los mecanismos neurobiológicos que subyacen a esta relación aún no se comprenden completamente. Aunque investigaciones previas han señalado la existencia de asociaciones entre la depresión y ciertas redes cerebrales de gran escala, como la red d...
PUBLICIDAD
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
El trauma infantil está fuertemente vinculado al desarrollo de depresión en la edad adulta, sin embargo, los mecanismos neurobiológicos que subyacen a esta relación aún no se comprenden completamente.
Aunque investigaciones previas han señalado la existencia de asociaciones entre la depresión y ciertas redes cerebrales de gran escala, como la red de atención ventral (VAN) y la red motora somatosensorial (SMN), la naturaleza exacta de estas conexiones sigue siendo un área de investigación activa.
Este estudio propuso la hipótesis de que la conectividad funcional (CF) tanto dentro de estas redes como entre ellas podría mediar el vínculo entre el trauma infantil y la aparición de depresión en la vida adulta.
Para evaluar la relación entre el trauma infantil y la depresión, se utilizó el cuestionario de trauma Infantil (CTQ) para medir las experiencias adversas durante el desarrollo, y la escala de Hamilton para la depresión (HAMD-17) para cuantificar los síntomas depresivos en los participantes.
La conectividad funcional dentro y entre la VAN y la SMN se analizó mediante resonancia magnética funcional en estado de reposo (fMRI). Este enfoque permitió examinar cómo las alteraciones en la CF en estas redes cerebrales podrían estar relacionadas con la severidad de la depresión y con antecedentes de trauma infantil.
Los resultados mostraron que los participantes diagnosticados con depresión presentaban puntuaciones significativamente más altas en la HAMD y en el CTQ, lo que refleja mayores niveles de síntomas depresivos y experiencias traumáticas infantiles, respectivamente.
Además, se observó un aumento significativo en la CF dentro de la VAN y entre la VAN y la SMN en estos individuos (P < 0, 05). Las correlaciones positivas entre la puntuación total de la HAMD y la CF dentro de la VAN (r = 0, 35) y entre la VAN y la SMN (r = 0, 34) sugieren que una mayor disfunción en estas redes está relacionada con una mayor gravedad de los síntomas depresivos.
De manera similar, las puntuaciones totales del CTQ también se correlacionaron positivamente con la CF dentro de la VAN (r = 0, 31) y entre la VAN y la SMN (r = 0, 29), lo que indica que el trauma infantil podría estar contribuyendo a estas disfunciones. Los análisis de mediación confirmaron que la CF dentro y entre la VAN y la SMN medió significativamente la relación entre el trauma infantil y la depresión en la edad adulta.
El diseño transversal de este estudio limita la capacidad de establecer relaciones causales definitivas. Además, el tamaño de la muestra en relación con los diferentes tipos de trauma infantil fue relativamente pequeño, lo que sugiere cautela al generalizar estos hallazgos.
Este estudio subraya la importancia de la disfunción de la VAN y la alteración en la CF entre la VAN y la SMN en la relación entre el trauma infantil y la depresión.
Los hallazgos proporcionan una perspectiva valiosa sobre los mecanismos neurobiológicos que podrían subyacer a la conexión entre experiencias adversas en la infancia y el desarrollo de trastornos depresivos, ofreciendo nuevas vías para futuras investigaciones y potenciales intervenciones terapéuticas.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www. sciencedirect. com/
