USAL/DICYT El programa de Doctorado en Neurociencias de la Universidad de Salamanca aborda una de las áreas más apasionantes y desconocidas de la biomedicina, el estudio del cerebro y del sistema nervioso en su conjunto, con varias líneas de investigación que se corresponden con las de los laboratorios del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL).
Es un doctorado muy atractivo porque sirve para formar a los investigadores del cerebro, la parte del organismo menos estudiada hasta ahora debido a su complejidad, afirma su director, Manuel Sánchez Malmierca. En la actualidad, cuenta con 31 doctorandos y cada año se suman entre 10 y 15 nuevos.
Con respecto a otras disciplinas, se puede decir que el ámbito de las neurociencias está mucho menos desarrollado, lo cual convierte esta parte de la ciencia biomédica en más apasionante aún. Nos dedicamos a una tarea muy noble, entender cómo pensamos y cómo nos comportamos, pero también a un aspecto muy importante, que es entender la base de las enfermedades neurológicas, como el Alzhéimer o el Párkinson, destaca.
Área multidisciplinar
Aunque en apariencia es un doctorado que guarda una relación directa con los grados del área biomédica, lo cierto es que venir de otras titulaciones puede ser una ventaja, según Malmierca. La neurociencia constituye un área multidisciplinar en la que tienen mucha importancia las matemáticas o la física, hay que estudiarla desde muchos puntos de vista, asegura.
La puerta de entrada ideal es cursar el Máster Universitario en Neurociencias de la Universidad de Salamanca, ya que ofrece los conocimientos básicos para poder trabajar después en los laboratorios del INCYL, que estudian aspectos como el sistema auditivo, el sistema visual, los neuropéptidos, las alteraciones motoras, los mecanismos de acción del beta-amiloide, el desarrollo del sistema nervioso central, la plasticidad neuronal, la neuropsicología, el dolor y la adicción, las neurotrofinas y otros aspectos relevantes.
Salidas profesionales
A esto hay que añadir que lo más importante es la ilusión por trabajar en el ámbito de las neurociencias, afirma el director, con la posibilidad de acabar trabajando como investigador tanto en entidades públicas como privadas. Una salida frecuente en la combinación de investigación y docencia, pero también trabajar para una empresa farmacéutica, señala Malmierca.