La empresa tecnológica Inbrain, cofundada por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), está desarrollando implantes neuronales con grafeno para decodificar las señales cerebrales y tratar enfermedades como la epilepsia y el Parkinson.
El grafeno, con su alta conductividad, flexibilidad y biocompatibilidad, es muy útil para descifrar la actividad eléctrica del cerebro. Por ello es perfecto para explorar terapias para enfermedades neurológicas, explica el CSIC en un comunicado.
La comunidad científica llevaba años desarrollando materiales para avanzar en el conocimiento del cerebro y de las señales involucradas en enfermedades como la epilepsia o el Parkinson. Estas no se pueden conocer con la tecnología de electrodos que se usa hasta ahora.
Grafeno y microelectrónica
Para comprender mejor las enfermedades cerebrales necesitamos registrar y mapear con fiabilidad una amplia gama de frecuencias, incluidas las ultralentas, usando la misma matriz de sensores”, explica el científico del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB), Anton Guimerà.
Las interfaces cerebrales existentes se basan en metales, como el platino o el iridio. Estas pueden tener múltiples efectos secundarios. La tecnología desarrollada consiste en unos electrodos de grafeno nanoestructurado de dimensiones micrométricas y, por sus propiedades, aportan numerosas ventajas frente a los electrodos metálicos.
El objetivo de los investigadores es conseguir que durante este año se realicen las primeras pruebas en seres humanos. “Queremos hacer el primer ensayo clínico en seres humanos en 2023 para conseguir el mapeo cerebral para la resección de tumores y focos epilépticos", indica la ejecutiva de Inbrain Neuroelectronics, Carolina Aguilar.
Según explica el CSIC, el grafeno, cuyo desarrollo empezó a estudiarse hace poco más de una década, capacita así unas interfaces con menos restricciones en la miniaturización y la resolución de las señales cerebrales. Además, mediante técnicas de multiplexación (combinar dos o más señales y transmitirlas por un solo medio), facilita el aumento de los canales de registro sin incrementar el número de conexiones y simplifica su manejo. La adquisición de estas señales se basa en circuitos integrados o chips diseñados en el IMB, lo cual permite procesar el gran volumen de información que se extrae de la actividad cerebral.