Los investigadores han descubierto uno de los procesos básicos que pueden ayudar a explicar por qué las habilidades de pensamiento de algunas personas decaen en la vejez. Estos deterioros en la inteligencia relativos a la edad están estrechamente relacionados con disminuciones en la velocidad de una tarea de percepción visual, informaron investigadores en la edición de este lunes de 'Current Biology'.
Esta evidencia proviene de experimentos en los cuales los científicos mostraron a 600 personas sanas de edad avanzada muy breves destellos de una de dos formas en una pantalla y midieron el tiempo que llevó a cada uno de ellos contar con fiabilidad uno de la otra. Los participantes repitieron la prueba a las edades de 70, 73 y 76 años.
Este estudio longitudinal es de los primeros en centrarse en probar la hipótesis de que los cambios que se observan en la medida conocida como "tiempo de inspección" podrían estar relacionados con alteraciones en la inteligencia durante la vejez.
"Los resultados sugieren que la capacidad del cerebro para tomar decisiones correctas sobre la base de breves impresiones visuales limita la eficiencia de las funciones mentales más complejas", explica uno de los autores de este estudio, Stuart Ritchie, de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido.
"Conforme esta habilidad básica disminuye con la edad, también lo hace la inteligencia. La persona que tiene conservadas sus habilidades complejas de pensamiento durante la vejez tiende a ser alguien que puede acumular información rápidamente mediante una mirada fugaz", concreta.
Estudios anteriores habían demostrado que las personas más inteligentes, según lo medido por las pruebas estándar de coeficiente intelectual, tienden a ser mejores en discernir la diferencia entre dos formas mostradas brevemente, explican los investigadores. Pero hasta ahora nadie había analizado cómo esas dos medidas podrían cambiar conforme las personas envejecen, por lo que los resultados fueron bastante inesperados.
"Lo que nos sorprendió fue la fuerza de la relación entre los declives", subraya Ritchie. "Debido a que el tiempo de inspección y las pruebas de inteligencia son tan diferentes, no habríamos esperado que su decaimiento estuviera tan fuertemente conectado", agrega este experto.
Los resultados proporcionan evidencia de que la ralentización de los procesos de toma de decisiones simples y visuales podría ser parte de lo que subyace a la disminución de la toma de decisiones complejas que reconocemos como inteligencia general. Las conclusiones podrían tener un uso práctico dada la simplicidad de la medición del tiempo de inspección, agrega Ritchie, señalando que la prueba puede ser realizada de manera muy sencilla en un ordenador y que se ha utilizado con niños, adultos e incluso pacientes con demencia u otros trastornos médicos.
"Dado que los declives están tan estrechamente relacionados, podría ser más fácil en algunas circunstancias usar el tiempo de inspección para diagnosticar el deterioro cognitivo de un participante de lo que sería sentarle y darle una complicada batería llena de pruebas para determinar su coeficiente intelectual", concluye.
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