El próximo martes 23 de octubre, a las 12.30 horas, de forma previa al Día Mundial del Ictus (29 de octubre), se presentará la Campaña ICTUS Y MUJER en el Consejo General de Colegios de Médicos (Plaza de las Cortes, 11- Madrid). Se trata de una iniciativa liderada por la Asociación Freno al Ictus, que cuenta con el aval social del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de Sociedad Española de Neurología, el apoyo e impulso del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de las Oportunidades (IMIO) y de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y la colaboración de la Alianza BMS-Pfizer e IBM.
En España, el ictus es la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto; es la segunda causa de muerte y la primera en las mujeres. Debido al aumento de la esperanza de vida, que es mayor en la población femenina, se prevé un aumento de la prevalencia de la enfermedad, lo que supone un reto para el sistema sanitario. Así, el motivo de la puesta en marcha de esta Campaña es dar a conocer que el ictus constituye la primera causa de muerte en la mujer española: hasta 16.000 mujeres mueren al año por esta causa, más del doble que por cáncer de mama y hasta 14 veces más que por accidentes de tráfico. Asimismo, se ha estimado que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida y que una de cada cuatro personas mayores de 40 años desarrollará fibrilación auricular.
Según datos epidemiológicos que se presentarán en exclusiva por parte de la Dra. María Alonso, tras analizar la base de datos disponible de la Sociedad Española de Neurología, las mujeres tienen edades más avanzadas en el momento de presentar el ictus y más comorbilidades, lo cual explica, en parte, que en ellas el cuadro clínico revista más gravedad. Asimismo existen datos que muestran que las mujeres no sólo fallecen más, sino que quedan con más secuelas, se reintegran en menor proporción a sus actividades previas que los hombres y tiene peor calidad de vida tras el ictus. Las peores consecuencias del ictus también pueden deberse al hecho de que las mujeres tardan más en solicitar atención médica y reciben más tarde los tratamientos.
