Los cambios organizacionales en el lugar de trabajo han sido objeto de creciente interés debido a sus posibles efectos en la salud mental de los empleados. Sin embargo, faltan estudios que analicen de manera sistemática las asociaciones entre dichos cambios y los trastornos mentales, como la depresión, así como los mecanismos subyacentes que puedan explicar estas relaci...
Los cambios organizacionales en el lugar de trabajo han sido objeto de creciente interés debido a sus posibles efectos en la salud mental de los empleados. Sin embargo, faltan estudios que analicen de manera sistemática las asociaciones entre dichos cambios y los trastornos mentales, como la depresión, así como los mecanismos subyacentes que puedan explicar estas relaciones.
El objetivo de este estudio fue explorar las asociaciones entre los cambios organizacionales y la depresión, utilizando un instrumento validado, y examinar el papel mediador de las exposiciones psicosociales en el trabajo en esta relación.
Métodos
El estudio se basó en una muestra representativa a nivel nacional de 25, 977 empleados, obtenida de la encuesta francesa SUMER. Para medir la depresión, se utilizó el Patient Health Questionnaire-9 (PHQ-9), un instrumento ampliamente validado para la detección de síntomas depresivos.
Se realizaron análisis de regresión de Poisson robusta ponderada para evaluar las asociaciones entre la exposición a cambios organizacionales (tales como reestructuraciones, fusiones, cambios en la gestión, entre otros) y la depresión.
Además, se aplicó el método de Karlson, Holm y Breen (KHB) para determinar el papel mediador de las exposiciones psicosociales en el trabajo (como demandas psicológicas, inseguridad laboral, acoso, entre otras) en la relación entre los cambios organizacionales y la depresión.
Resultados
Los resultados mostraron que la exposición a cualquier tipo de cambio organizacional estaba significativamente asociada con un mayor riesgo de depresión. Específicamente, la razón de prevalencia (RP) fue de 1, 85 (IC del 95%: 1, 61–2, 13), lo que indica que las personas que experimentaron cambios organizacionales tenían un 85% más de probabilidades de presentar síntomas depresivos en comparación con aquellos que no estuvieron expuestos a tales cambios.
Además, se encontró que todos los tipos de cambios organizacionales analizados representaban factores de riesgo para la depresión, y que el riesgo aumentaba proporcionalmente con el número de cambios organizacionales experimentados. En cuanto a los mecanismos subyacentes, las exposiciones psicosociales en el trabajo desempeñaron un papel importante como mediadores en la relación entre los cambios organizacionales y la depresión.
Las contribuciones más significativas provinieron de factores como las altas demandas psicológicas, la baja autoestima laboral, la falta de oportunidades de promoción, la inseguridad en el empleo, el acoso laboral y los conflictos éticos en el entorno de trabajo. Cuando se consideraron todas estas exposiciones psicosociales en conjunto, mediaron entre el 47% y el 100% de la asociación entre los cambios organizacionales y la depresión.
Limitaciones
Este estudio tiene algunas limitaciones importantes que deben tenerse en cuenta al interpretar los resultados. En primer lugar, el diseño transversal del estudio limita la capacidad para establecer causalidad directa, ya que no se puede determinar si los cambios organizacionales precedieron al desarrollo de la depresión.
Además, existe la posibilidad de un efecto de "trabajador sano", en el que los empleados con mejor salud mental pueden haber sido más propensos a mantenerse en sus puestos de trabajo, mientras que aquellos con síntomas más graves pudieron haber abandonado el empleo antes de participar en la encuesta.
Conclusiones
Los hallazgos de este estudio sugieren que los cambios organizacionales están asociados con un mayor riesgo de depresión entre los trabajadores, y que gran parte de esta asociación se debe a exposiciones psicosociales adversas en el lugar de trabajo.
Estos resultados subrayan la importancia de implementar estrategias de prevención orientadas a mejorar el entorno organizacional y el bienestar psicosocial de los empleados para reducir la prevalencia de la depresión en la población trabajadora. Las intervenciones que reduzcan las demandas psicológicas, mejoren la seguridad laboral y aborden problemas como el acoso y los conflictos éticos podrían ser particularmente efectivas en este sentido.
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