Antecedentes
Los acontecimientos vitales estresantes (AVE) son factores que pueden desencadenar respuestas psicológicas intensas, y junto con características como la impulsividad, la agresividad y la hostilidad, constituyen factores de riesgo bien establecidos para el suicidio.
Investigaciones recientes han propuesto la existencia de una “Tríada I-A-H” (Impulsivi...
Antecedentes
Los acontecimientos vitales estresantes (AVE) son factores que pueden desencadenar respuestas psicológicas intensas, y junto con características como la impulsividad, la agresividad y la hostilidad, constituyen factores de riesgo bien establecidos para el suicidio.
Investigaciones recientes han propuesto la existencia de una “Tríada I-A-H” (Impulsividad, agresividad y Hostilidad) que podría actuar como un mediador entre la experiencia de AVE y la muerte por suicidio. Esta tríada sugiere que las personas con mayores niveles de impulsividad, agresividad y hostilidad podrían estar más predispuestas a tomar decisiones impulsivas y violentas, aumentando el riesgo de suicidio cuando se enfrentan a eventos altamente estresantes.
Método
Para evaluar esta hipótesis, se llevó a cabo un estudio con datos de 399 personas fallecidas, de las cuales 274 murieron por suicidio y 125 por otras causas. A través de la técnica de autopsia psicológica, se obtuvieron datos sobre la historia de acontecimientos vitales estresantes (AVE) y las características de impulsividad, agresividad y hostilidad en cada caso. Para esta evaluación, se usaron versiones adaptadas de varias escalas, como la Paul Ramsey Life Experience Scale para registrar los AVE, la escala de impulsividad de Barratt (BIS-11) y el Buss-Durkee Hostility Inventory (BDHI).
Resultados
Los análisis de comparación entre el grupo de personas fallecidas por suicidio y aquellas que murieron por otras causas revelaron diferencias significativas en todas las variables de interés. En particular, los niveles de AVE, hostilidad (medida con la BDHI), impulsividad (medida con la BIS-11) y la Tríada I-A-H fueron significativamente más altos en el grupo de suicidio:
- AVE: t = 7. 280
- BDHI: t = 4. 201
- BIS-11: t = 3. 812
- Tríada I-A-H: t = 4. 84
Los análisis de mediación confirmaron que la Tríada I-A-H tiene un papel mediador en la relación entre los AVE y la probabilidad de suicidio, lo cual sugiere que altos niveles de impulsividad, agresividad y hostilidad intensifican el impacto de los AVE en la probabilidad de suicidio.
Conclusiones
Este estudio respalda la teoría de que la Tríada I-A-H (Impulsividad, agresividad y Hostilidad) actúa como un mediador clave entre los acontecimientos vitales estresantes y la muerte por suicidio.
Los resultados sugieren que, ante la exposición a AVE, las personas con altos niveles de impulsividad, agresividad y hostilidad presentan un mayor riesgo de suicidio en comparación con aquellas con menores niveles de estos rasgos.
Estos hallazgos subrayan la importancia de evaluar la Tríada I-A-H en personas que han pasado por eventos estresantes, ya que este conjunto de características puede ser un indicador de vulnerabilidad al suicidio.
La identificación de la Tríada I-A-H en individuos en riesgo podría permitir intervenciones más precisas, centrándose en la gestión de la impulsividad, agresividad y hostilidad, así como en el apoyo ante eventos vitales estresantes, lo cual podría reducir el riesgo de suicidio en poblaciones vulnerables. Este enfoque abre nuevas vías para la intervención preventiva en salud mental y la reducción de la mortalidad por suicidio.
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