Un estudio realizado por el proyecto Neuro-Reca (Red Andaluza de investigación clínica y traslacional en Neurología) afirma que los pacientes que han sufrido una infección aguda grave por coronavirus tienen una afectación de la memoria episódica, de trabajo y de las funciones ejecutivas. El estudio trasversal y multicéntrico, realizado en hospitales de 7 provincias andaluzas, Cáceres y Alicante, no determina si estos déficits detectados entre estos pacientes persisten a largo plazo o si estas manifestaciones neurológicas pueden desencadenar o acelerar la aparición de enfermedades neurodegenerativas, si bien los autores aseguran que la cohorte de pacientes está siendo seguida para determinar su evolución a medio y largo plazo.
Es cierto que en diferentes estudios anteriores se ha descrito el deterioro neurológico que persiste meses después de la infección aguda grave por SARS-CoV-2, debido a varios mecanismos patogénicos, incluida la inflamación sistémica persistente, pero ningún estudio hasta el momento ha analizado la implicación selectiva de los diferentes campos cognitivos y la existencia de biomarcadores que determinen la afectación.
La investigación publicada en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, realizó a todos los pacientes un estudio exhaustivo de las funciones cognitivas, así como estudio plasmático de factores proinflamatorios, neurotróficos y neurofilamentos de cadenas ligeras. Además de las afectaciones mencionadas, entre los pacientes estudiados se determinaron de forma constante cuadros de ansiedad y depresión.
Los hallazgos del estudio, que ha sido coordinado por el especialista Pedro Serrano, refuerzan la hipótesis de la investigación, que el Síndrome Neurológico Post-Covid está íntimamente relacionado con el daño vascular típico de la enfermedad de Covid-19.
Identificación de biomarcadores para una futura terapia
Este síndrome es una condición distinta que persiste durante al menos 12 semanas después de superar la fase aguda de la infección grave por SARS-CoV-2. El perfil se mantiene estable en diferentes poblaciones estratificadas en función de la vulnerabilidad cognitiva.
Por último, se han identificado biomarcadores relacionados con los principales componentes del síndrome. “No se debe descartar la posibilidad de que alguno de ellos se comporte como biomarcador pronóstico e incluso como posible desarrollo de una futura estrategia terapéutica para el Síndrome Neurológico Post-Covid”, llegan a afirmar los investigadores.