El grupo de investigación liderado por Elisabet Vilella, investigadora principal del CIBERSAM en el hospital Universitario Institut Pere Mata, ha demostrado que el estrés y la psicosis comportan alteraciones epignéticas.
En concreto, este trabajo, publicado en la revista 'Epigenomics', relaciona la situación de estrés en la que se encuentran a menudo las personas con un diagnóstico de psicosis y las alteraciones epigenéticas concretamente en el gen DDR1.
Este gen tiene una fuerte expresión en cerebro en las células que producen la mielina, que es la responsable de permitir que las señales eléctricas entre las neuronas circulen a gran velocidad. Si DDR1 está muy metilado se produce poca proteína, y contrariamente si está menos metilado aumenta la cantidad de proteína producida.
Lo que han observado los autores de esta investigación es que los pacientes con diagnóstico de psicosis tienen niveles más altos de metilación en el gen DDR1 que las personas sanas. El estudio se ha hecho obteniendo ADN de sangre y de cerebro, y los resultados son similares en ambos, lo que abre la posibilidad de que se pueda mirar los niveles de metilación DDR1 en sangre como una forma indirecta de lo que ocurre en el cerebro.
"Este tipo de resultados animan a pensar que en el futuro esta información de alteraciones epigenéticas se podrá utilizar para poder hacer una atención médica más personalizada", ha comentado la primera firmante del trabajo, Beatriz García-Ruiz.