En los últimos años muchas personas han indagado en el sentido de la vida, es decir, la web de conexiones, interpretaciones y aspiraciones que hacen nuestras experiencias comprensibles y proyectan nuestros esfuerzos hacia un futuro.
Este sentido de la vida se basa en la coherencia; nuestra capacidad cognitiva para que la vida tenga consistencia, unos propósitos; que son nuestras capacidades motivacionales y un significado; que hace darnos cuenta de lo que nos importa.
Tras muchos estudios se ha empezado a utilizar una medida común a nivel global; el Meaning in Life Questionnaire (MLQ).
Se trata de un cuestionario de 10 items que mide el sentido de la vida en dos dimensiones; la presencia de sentido y la búsqueda de sentido. Los sujetos deben contestar cada pregunta del 1 (absolutamente verdad) al 7 (absolutamente mentira).
Utilizando la escala MLQ, se hizo un estudio en Suiza entrevistando a 199 pacientes en un psiquiátrico, bajas puntuaciones en la escala se asociaron a altos niveles de ideas suicidas, por que concluyeron que este factor juega un papel protector en este tipo de pensamientos.
Otros estudios realizados posteriores a la pandemia de la COVID-19 en estudiantes de la universidad de China, han asociado valores positivos en la escala a un comportamiento prosocial y valores negativos a la depresión, estrés, ansiedad y emociones pesimistas.
También se analizó a pacientes con esquizofrenia y se concluyó que aquellos con niveles altos de sentido de vida eran más adherentes a los tratamientos y se relacionaban inversamente a síntomas de depresión.
Darle un sentido a la vida, tener objetivos, metas y aspiraciones se relaciona con una mejor salud mental y física, e inversamente con síntomas de depresión.
A partir de la psicoterapia como tratamiento, se ha demostrado que muchas personas con trastornos mentales tienen la oportunidad de llegar a nuevas formas de pensar y aumentar el sentido a su vida. Por otro lado, la incorporación de elementos con propósito de tener un sentido en la vida a pacientes que se enfrentan a enfermedades mentales a largo plazo, ayuda a mantener una adherencia al tratamiento, por lo cual también beneficia su progreso.
Concluyendo, la psicoterapia enfocada en buscar el sentido de la vida, como se ha comprobado en los estudios comentados anteriormente, es una buena herramienta que nos puede ayudar mucho para tratar a pacientes con diferentes trastornos y además actuará como un factor protector fundamental en la psicopatología.