Diferentes especialistas han incidido en el abordaje "proactivo" e "interdisciplinar" del asma ya que aspectos como el cuidado de la salud mental o el uso de las herramientas de inteligencia artificial (IA) pueden ayudar a controlar esta patología.Un 15 por ciento de la población es asmática, pero solo entre un 20 y un 50 por ciento está bien controlado, y el asma es responsable de 250.000 muertes anuales en el mundo, la mayoría de ellas, evitables.
Con este objetivo de avanzar en esta proactividad, para mejorar el control del asma, más de 400 médicos de familia se han formado de manera presencial y 'on line' con la iniciativa de GSK 'Practica la proactividad y toma el control'. En las sesiones, se han abordado nuevas herramientas para ayudar a mejor el control de la enfermedad, como la aplicación de la inteligencia artificial y los aspectos relativos a la salud mental de los pacientes respiratorios.
En cuanto a la relación existente entre el cuidado de la salud mental y asma, el psiquiatra y vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, el doctor Luis Gutiérrez Rojas, ha explicado que "el asma es una enfermedad neumológica, pero con una gran asociación con factores de personalidad".
De este modo, "personas más ansiosas, que tienen tendencia a las dispersiones cognitivas, a angustiarse ante los problemas de la vida cotidiana, pueden tener tendencia a más crisis asmáticas. Es importante ver qué factores de riesgo tienen y enseñarles estrategias de afrontamiento del estrés", ha señalado el especialista.
Asimismo, el doctor Gutiérrez Rojas ha indicado que "un síntoma de la ansiedad es la taquipnea o la disnea". "Si le ocurre a un paciente asmático, eso puede ser un síntoma de alarma de una exacerbación. No les pasa a todos, pero entre un 37 y un 47 por ciento de los pacientes con asma pueden sufrirlos", ha asegurado.
"Algunos pacientes ven el asma como una enfermedad muy incapacitante y tienen miedo a las crisis. Esto lleva a conductas fóbico-adictivas, como encerrarse en casa y evitar salir, que pueden ser a su vez un factor de riesgo para caer en una depresión", ha afirmado el doctor Gutiérrez Rojas.
La ansiedad, en definitiva, "es un factor de mal pronóstico del asma y empeora la calidad de vida", ha aseverado señalando que el paciente "debe conocer mejor los síntomas de su enfermedad y saber qué le sucede". "El problema del paciente es la indefensión aprendida, haber intentado enfrentarse al problema y no haberlo conseguido. Tiene que saber cómo tiene que actuar ante una crisis y cómo evitar una recaída. Tenemos pacientes con asma que llevan una vida completamente normal", ha concluido.
Junto con el control de la salud mental, las consultas de respiratorio están viviendo la incorporación de la inteligencia artificial (IA), y las implicaciones de esta nueva tecnología también se han abordado en las sesiones.
Para el doctor Vicente Plaza, del Servicio de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, lejos de ser una barrera, la IA va a ser "muy útil" y supondrá "un cambio muy importante en la forma de trabajar de los profesionales".
Uno de los ejemplos de esta incorporación tecnológica es la herramienta IA GEMA. Se trata de "un chat conversacional (similar al ChatGPT) que aplica la guía GEMA, guía de referencia para el manejo del asma en las últimas dos décadas en el ámbito de habla hispana. El profesional plantea una pregunta y la herramienta responde aplicando lo recogido en la guía", ha detallado el doctor Plaza.
El uso de estas nuevas tecnologías genera debate y en ocasiones reacciones en contra. En este aspecto, el doctor Plaza ha situado estas reticencias en el "cierto temor humano" a los cambios tecnológicos, del que "la historia está plagada de ejemplos", pero está convencido de que "el futuro viene por aquí y cerrar la puerta por miedo es no avanzar".