Factores genéticos que predicen el riesgo de trastornos del estado de ánimo en adolescentes

Propósito de la revisión

La adolescencia representa un período crítico y de alta sensibilidad para el inicio de los trastornos del estado de ánimo, dado que durante esta etapa se producen cambios neurobiológicos, hormonales y sociales que pueden aumentar la vulnerabilidad emocional. Muchos adolescentes experimentan síntomas afectivos transitorios, mientras que otros desarrollan un trastorno del estado de ánimo clínicamente significativo, como la depresión mayor o el trastorno bipolar. Dado que estos trastornos presentan una heredabilidad sustancial, los individuos con mayor carga genética tienden a un inicio más temprano.

Esta revisión resume los avances recientes en la comprensión de los factores genéticos que contribuyen a los trastornos del ánimo en adolescentes, destacando la interacción entre predisposición genética y entorno.

Hallazgos recientes

Las predisposiciones genéticas desempeñan un papel fundamental en la etiología de los trastornos del estado de ánimo, incluyendo tanto la depresión mayor como el trastorno bipolar. Los estudios transversales y longitudinales han mostrado consistentemente que los adolescentes que presentan síntomas afectivos poseen un mayor riesgo poligénico (Polygenic Risk Score, PRS) no solo para trastornos del estado de ánimo, sino también para otros trastornos psiquiátricos.

Los PRS, que reflejan la suma de los efectos de miles de variantes genéticas comunes, pueden mejorar la predicción individual del riesgo de desarrollar trastornos bipolares o depresivos cuando se combinan con factores clínicos y ambientales.

Además, los diseños genéticamente informativos, que utilizan ya sea genotipos observados resumidos en los PRS o la ocurrencia del trastorno en familiares resumida en los puntajes de riesgo genético familiar (Family Genetic Risk Scores, FGRS), han sido útiles para explorar los mecanismos que subyacen a las asociaciones entre riesgo genético y factores contextuales.

Estudios recientes también sugieren que los adolescentes cuyos pares presentan una mayor vulnerabilidad genética a la depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos, en comparación con aquellos que poseen un riesgo genético similar pero cuyos pares no son vulnerables. Este hallazgo revela un efecto ambiental directo mediado socialmente, evidenciando que los entornos sociales genéticamente influenciados también modulan el riesgo emocional.

Resumen

Los trastornos del estado de ánimo de inicio en la adolescencia se asocian con un mayor riesgo genético en comparación con los de aparición tardía. Aunque los marcadores genéticos aún no son de uso clínico rutinario, los PRS y FGRS ofrecen herramientas prometedoras para predecir el inicio, la evolución y la gravedad de los trastornos del ánimo en adolescentes.

La combinación de factores genéticos y ambientales mejora los modelos predictivos y proporciona información clave sobre la etiología multifactorial de estos trastornos, al examinar asociaciones entre padres e hijos, así como las influencias del grupo de pares. En el futuro, la integración de estas metodologías en la investigación traslacional y preventiva podría facilitar el desarrollo de estrategias personalizadas de detección temprana e intervención, optimizando así la salud mental en la adolescencia. 

Resumen modificado por Cibermedicina

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