Autor/autores:
Jonathan Purtle, Matthew L. Goldman, Elizabeth A. Stuart...(et.al)
Los formuladores de políticas están buscando evidencia para informar las decisiones de implementación relacionadas con la Línea de Vida 988 para Suicidios y crisis (en adelante, “la Línea de Vida 988”). El reciente estudio de Kandula et al. hace una contribución significativa a una base de evidencia limitada sobre cómo las tasas de volu...
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Los formuladores de políticas están buscando evidencia para informar las decisiones de implementación relacionadas con la Línea de Vida 988 para Suicidios y crisis (en adelante, “la Línea de Vida 988”).
El reciente estudio de Kandula et al. hace una contribución significativa a una base de evidencia limitada sobre cómo las tasas de volumen de llamadas de 988 Lifeline y sus correlatos varían dentro y entre estados.
El estudio también plantea cuestiones relacionadas con los desafíos de interpretar la variación entre estados en las tasas de volumen de llamadas de 988 Lifeline. Un desafío es la clasificación errónea a nivel estatal de las llamadas al 988 Lifeline. Como Kandula et al. Tenga en cuenta que la clasificación a nivel estatal de las llamadas al 988 Lifeline se basa en el código de área de la persona que llama.
El uso de códigos de área genera cierto sesgo de clasificación errónea porque muchas personas que llaman al 988 Lifeline utilizan principalmente un teléfono celular con un código de área que no se corresponde con su estado de residencia principal.
Un informe de la Comisión Federal de Comunicaciones afirma que más del 80% de las llamadas a 988 Lifeline se realizan desde teléfonos móviles; Los datos de Pew Research indican una amplia variación entre estados en la proporción de la población cuyo código de área de teléfono celular no se corresponde con su estado.
Por ejemplo, las estimaciones de Pew sobre la “cobertura insuficiente” estatal (el porcentaje de personas que viven en un estado determinado y que tienen un código de área de teléfono celular de otro estado) oscilan entre el 21% en Maryland y el 5% en Michigan.
Un segundo desafío se relaciona con las líneas de crisis diseñadas para poblaciones específicas y la variación en el tamaño de estas poblaciones entre estados.
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