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La actividad física unida a la participación en deportes organizados pueden prevenir enfermedades mentales infantiles



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Noticia | Fecha de publicación: 19/05/2025
Artículo revisado por nuestra redacción

 


La actividad física en la primera infancia, especialmente la participación en deportes organizados, puede prevenir varios trastornos de salud mental en la infancia posterior y la adolescencia, según sugiere una investigación de la Universidad de Linköping, en Suecia; publicada en el 'British Journal of Sports Medicine'.


No obstante, parece haber claras diferencias sexuales en los efectos protectores observados, dependiendo de la condición, indican los resultados.



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La prevalencia de problemas de salud mental entre niños y adolescentes ha aumentado drásticamente en todo el mundo, y se cree que una mayor vulnerabilidad al estrés explica parcialmente este aumento, señalan los investigadores.


Se ha sugerido que la actividad física es crucial para desarrollar resiliencia ante el estrés y reducir el riesgo de enfermedades mentales en la infancia. Sin embargo, no está claro si existen momentos en los que podría ser más beneficiosa.


Para intentar averiguarlo, los investigadores se basaron en el estudio ABIS (All Babies in Southeast Sweden), que incluye datos representativos a nivel nacional recopilados de 17.055 familias con niños nacidos entre el 1 de octubre de 1997 y el 1 de octubre de 1999 en el sudeste de Suecia.


En total, se incluyeron en el estudio 16.365 niños desde su nacimiento, de los cuales 7.880 (48%) eran niñas y 8.485 (52%) eran niños. Los padres informaron sobre los niveles de actividad física de sus hijos, la cantidad de tiempo que pasaban al aire libre y cualquier participación en deportes organizados a las edades de 5, 8 y 11 años.


Uno de cada cuatro niños experimentó un evento traumático antes de los 5 años y casi el 30% lo había hecho antes de los 10 años.


Se monitoreó su salud mental hasta los 18 años, con diagnósticos confirmados de salud mental obtenidos de un registro nacional. En total, 1353 participantes (15%) fueron diagnosticados con al menos un problema de salud mental durante la infancia, mientras que el 4% tenía tres o más diagnósticos de este tipo.


El análisis de todos los datos mostró que los niveles de actividad física cayeron de un promedio diario de poco más de 4 horas a 2,5 horas entre los 5 y los 11 años de edad. La cantidad diaria de actividad física a los 11 años se asoció con un riesgo 12% menor de ser diagnosticado con algún trastorno mental antes de los 18 años por cada hora adicional de actividad física.


Sin embargo, se observaron diferencias de género en el nivel de protección asociado. Por ejemplo, la actividad física se asoció con un 30 % menos de riesgo de cualquier problema de salud mental en los niños a los 11 años, pero no en las niñas, tras ajustar por la educación de las madres, el uso de medicamentos para la salud mental, los eventos vitales adversos y el sexo.


Cuando se analizó la incidencia de afecciones específicas de salud mental en relación con los niveles de actividad física diaria, el riesgo de depresión entre las niñas era un 18% menor, pero un 29% menor entre los niños a la edad de 11 años.Los efectos parecieron comenzar temprano, al menos en los niños.


El riesgo de depresión fue un 19 % menor a los 5 años y un 23 % menor a los 8 en los niños, pero no en las niñas. Y si bien el riesgo de ansiedad disminuyó drásticamente tanto a los 5 años (un 21 % menor) como a los 11 años (un 39 % menor) en los niños, no se observaron tales efectos en las niñas.


De manera similar, el riesgo de adicción era 34% menor a los 8 años y 35% menor a los 11 años entre los niños, pero no entre las niñas.


El tiempo pasado al aire libre no influyó, pero participar en deportes organizados a la edad de 11 años estuvo fuertemente asociado con menores riesgos de aparición por primera vez de cualquier trastorno de salud mental tanto entre los niños (23% menos) como entre las niñas (12% menos).


Al estratificar por condición específica, la participación en deportes organizados se asoció con un riesgo 35% menor de depresión entre los niños, pero sólo un riesgo 11% menor entre las niñas por cada hora semanal adicional de participación en ellos.


La participación en deportes organizados también se asoció con una reducción del 14 % en el riesgo de ansiedad en las niñas y del 21 % en los niños, así como con una reducción del 41 % en el riesgo de adicción en las niñas y del 30 % en los niños.


No influyó en el riesgo de trastornos alimentarios ni del sueño.La actividad física puede influir en niños y niñas de diferentes maneras, incluyendo cambios mediados por diferentes niveles de hormonas sexuales. Sin embargo, estos efectos pueden ser directos (por ejemplo, al influir en la salud y el desarrollo cerebral) o indirectos (por ejemplo, al reducir la hiperactividad subclínica, más común en los niños), explican los investigadores.


"Además, pueden existir diferencias en las consecuencias fisiológicas (por ejemplo, variación en la intensidad de la actividad física) y experiencias psicológicas que estén relacionadas con el género y las normas culturales". Aunque abarca un período extenso, se trata de un estudio observacional, lo que impide extraer conclusiones definitivas sobre causa y efecto. El estudio también se basó en el recuerdo parental.


"Nuestros resultados respaldan la hipótesis de que el período justo antes y durante las primeras etapas de la pubertad podría representar un período sensible en el que [la actividad física] es clave para el desarrollo de la resiliencia y la resistencia", y el período entre los 10 y los 12 años representa una ventana de oportunidad crítica", sugieren los investigadores.


"Dado el dramático aumento de la prevalencia mundial de trastornos psiquiátricos entre niños y adolescentes, este estudio destaca la importancia de promover [la actividad física], particularmente a través de deportes organizados", concluyen.


 



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Fuente: Europa Press
Palabras clave: enfermedades mentales, actividad física, infantil

Comentarios de los usuarios


Existe otra causa posible de los resultados de este estudio, respecto de la menor protección de la actividad física deportiva social entre las niñas y es que no sepamos detectar en ellas y ellos los síntomas diferenciales que nos llevan a estos diagnósticos. Algo que ya aparece en la epidemiología del TDAH, que estando provocado por causa fundamentalmente genética no asociado al cromosoma sexual que sepamos, nos aparece diagnosticado mas frecuentemente en los niños que en las niñas. Apasionado de la cronicidad humana, especialmente de la mas precoces, porque se asocia fundamentalmente a causas genéticas biológicas, de las que debemos continuar aprendiendo en su entendimiento y en su diversidad. A lo largo de mas de 3 décadas como médico de adicciones, he observado ya varias generaciones de problemas adictivos similares entre abuelos, padres e hijos/nietos y el elemento genético común que mas he observado en todos ellos, es lo que ahora se conoce por hiperactividad o TDAH, de forma diferente de acuerdo con los tiempos, pero la misma base heredada y que posteriormente por casualidades de la vida he ido también observando en otras cronicidades humanas físicas o somáticas al trabajar durante 15 años en un Centro de Reconocimiento de Conductores, donde solo se registra cronicidad de todo tipo y Eureka!! la cronicidad física esta también asociada a la genética mas común, al TDAH. Pero son solo datos observacionales de un apasionado!! Saludos de un alegre neandertal hiperactivo

Jose Luis Frias Pulido
Médico - España
Fecha: 19/05/2025


Partimos como seres humanos, de unos elementos claves muy mayoritariamente aceptados en nuestra evolución como animales racionales, UNO el de nuestra naturaleza social por la que interacionamos con otros miembros y DOS, la motivación básica que estimula hacia el movimiento físico o motórico provocado por un estímulo ambiental. Por la tanto, necesitamos para un desarrollo equilibrado de ambas actividades de interacción social y de ejercicios o actividades físicas, lo que nos llevará a ser personas mas sanas, alegres, tolerantes y resilientes a estresores psico-socialesl. Lo que me parece curioso en los resultados de este estudio, es EL PORQUÉ? están menos protegidas las niñas en una sociedad mas igualitaria que la media, como es la sueca. Solo se apunta como idea la posible reducción de la hiperactividad de los niños. Analizando estos resultados, solo puede existir 2 causas como casi siempre en la cronicidad humana: una, que los estresores sociales sean mas intensos en las niñas por su género (mas vulnerabilidad social) y dos, que presenten mas vulnerabilidad genética. Aunque la sociedad sueca sea mas igualitaria que la media, pienso que aún se mantiene un estres social mayor en ellas que ellos, ya que no creo que la diferencia genética sexual sea la que justifique estas diferencias encontradas a edades tan precoces. Por lo tanto me quedo con la vulnerabilidad social como causa del efecto diferencial. Saludos alegres del neandertal hiperactivo de Sevilla

Jose Luis Frias Pulido
Médico - España
Fecha: 19/05/2025



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