· La infertilidad masculina supone un tercio de las consultas de reproducción asistida y forma parte de otro 30% de los casos de esterilidad mixta
· Técnicas de alta complejidad como MACS, PICSI o el chip FERTILE® permiten mejorar la calidad de la muestra seminal y por tanto los ciclos de los pacientes
La calidad del esperma se ha reducido entre un 50 y un 60% en las últimas cuatro décadas, según una investigación publicada en la revista Human Reproduction Update. Con motivo de la celebración del Día del Padre, el Centro Internacional de Fertilidad ProcreaTec ha realizado una revisión de estudios para analizar la infertilidad masculina, que supone un tercio de las consultas que recibe la clínica madrileña y forma parte de otro 30% de los casos de esterilidad de origen mixto (masculino y femenino asociados). “Este trabajo, que incide en que afecta sobre todo a europeos, australianos, neozelandeses y norteamericanos, indica que la concentración de espermatozoides ha disminuido un 1.6% por año y una disminución total de 59,3%”, indica Ester Padilla, embrióloga Senior de ProcreaTec.
Debido a la involución de la fertilidad masculina, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se vio obligada a establecer nuevos parámetros en 2010. “En un seminograma se analizan el volumen de semen y la concentración, morfología, motilidad y vitalidad de los espermatozoides”, recalca esta especialista. En 1999 el valor de referencia del volumen era de 2 mililitros, mientras que en 2010, disminuyó a 1,5 mililitros por eyaculación. En cuanto a la concentración, se ha pasado de 20 millones por mililitro de espermatozoides a 15 en un seminograma normal. Por otra parte, en 11 años desde las guías precedentes, los espermatozoides han perdido un 18% de motilidad progresiva; un 11% de morfología (se considera normal un seminograma con un 4% de morfología) y un 22% de vitalidad.
“Cada uno de los valores es importante, pero los que tienen una mayor relevancia clínica son la concentración de espermatozoides por mililitro, la movilidad y la morfología”, explica la embrióloga Ester Padilla. Además, alerta que la fertilidad masculina está “cuestionada”. “Los últimos estudios demuestran que una mala alimentación o la contaminación perjudican al esperma. También el sedentarismo de los puestos de trabajo actuales, como revela una reciente investigación polaca. Mientras que otro estudio publicado en Scientific Reports relaciona el empeoramiento del semen con la exposición a ciertos químicos que se encuentran en el hogar como los ftalatos y los PCB”, precisa esta embrióloga.
