La discrepancia entre los informantes (padres y maestros) en las puntuaciones de gravedad de los síntomas centrales suelen surgir al evaluar el trastorno del espectro autista (TEA). No se ha examinado si tal discrepancia produce información única sobre el fenotipo ASD y sus correlatos clínicos. Examinamos si el grado de discrepancia entre las calificaciones de sí...
La discrepancia entre los informantes (padres y maestros) en las puntuaciones de gravedad de los síntomas centrales suelen surgir al evaluar el trastorno del espectro autista (TEA). No se ha examinado si tal discrepancia produce información única sobre el fenotipo ASD y sus correlatos clínicos. Examinamos si el grado de discrepancia entre las calificaciones de síntomas de ASD de padres y maestros define subgrupos discretos, clínicamente significativos, de jóvenes con TEA usando un procedimiento eficiente y rentable.
Los niños con TEA (N = 283, 82% varones, Mage = 10,5 años) fueron extraídos de una clínica especializada en CIA. Los padres y los maestros proporcionaron clasificaciones de los tres dominios principales del DSM-IV-TR de los síntomas de la TEA (comunicación, comportamiento social y conducta perseverante) con el Inventario de Síntomas del Niño y el Adolescente-4R (CASI-4R). Los validadores externos incluyeron el estado de la medicación psicotrópica infantil, la frecuencia de los servicios escolares relevantes relacionados con el ASD y el Programa de Observación de Diagnóstico del Autismo (ADOS-2).
Se presentaron cuatro subgrupos distintos que oscilaron entre una gran discrepancia entre informantes (informante específico) y falta relativa de discrepancia (es decir, acuerdo informante y situación cruzada): moderado padre / maestro bajo o moderado / severo moderado (discrepancia) y moderado o Severidad de Síntomas (Acuerdo). Los subgrupos eran muy distintos (probabilidad media de asignación de grupo = 94%). En relación con los subgrupos de Discrepancia, los subgrupos del Acuerdo tenían más probabilidades de recibir medicación psicotrópica, servicios de educación especial en la escuela y un diagnóstico de ADOS-2. Estas asociaciones diferenciales no se habrían identificado basándose únicamente en las puntuaciones CASI-4R de un informante.
El grado de discrepancia entre padres y maestros acerca de la gravedad de los síntomas de TEA parece proporcionar información más útil desde el punto de vista clínico que la dependencia de un dominio de síntomas o informante específico y, por lo tanto, proporciona un enfoque innovador y rentable para evaluar el deterioro funcional. Esta conclusión contrasta con los enfoques de agrupamiento de síntomas existentes en el ASD, que tratan los patrones informantes de la gravedad de los síntomas como generalizables en todos los entornos. La variabilidad intrahospitalaria en la expresión de los síntomas a través de la configuración puede proporcionar información única y útil para caracterizar el fenotipo ASD.
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