La menopausia afecta al sueño de hasta el 84% de las mujeres, empeorando su salud cardiovascular y mental
Artículo revisado por nuestra redacción
El sueño saludable es una necesidad biológica vital que permite restablecer las funciones fisiológicas y psicológicas básicas para lograr una vida plena día tras día. Junto con la alimentación y el ejercicio físico, el sueño, al que le dedicamos un tercio de nuestra vida, constituye uno de l...
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El sueño saludable es una necesidad biológica vital que permite restablecer las funciones fisiológicas y psicológicas básicas para lograr una vida plena día tras día. Junto con la alimentación y el ejercicio físico, el sueño, al que le dedicamos un tercio de nuestra vida, constituye uno de los pilares fundamentales de nuestra salud.
A pesar de ello, la realidad demuestra que el 43,3% de los españoles padece algún síntoma relacionado con el insomnio, lo que supone un desgaste en la salud física y mental de quien lo sufre.
Uno de los grupos de la población más afectado por los problemas derivados de la falta de sueño son las mujeres que padecen menopausia, ya que la mala calidad del sueño potencia los síntomas menopáusicos de depresión, ansiedad o fatiga.
En este sentido y, con el fin de abordar el tratamiento del insomnio durante la menopausia, la Clínica del Sueño Estivill inicia un estudio pionero para evaluar el impacto del tratamiento con QUVIVIQ® (daridorexant) en mujeres con insomnio durante la menopausia, gracias a la beca de investigación otorgada por la Sociedad Española del Sueño (SES) en colaboración con Idorsia.
En palabras de la Dra. Carla Estivill, responsable de la investigación y directora y responsable de I+D en la Fundación Estivill del Sueño, "dormir bien no debería ser un lujo, pero para millones de mujeres sí lo es.
Durante la menopausia, hasta un 84% de ellas sufre insomnio, despertares nocturnos y fatiga persistente, por lo que esta investigación pretende proporcionar nueva evidencia científica sobre el insomnio femenino, un trastorno históricamente infrainvestigado pese a su enorme impacto en la salud mental, metabólica y cardiovascular".
La falta de sueño agrava los síntomas propios de la menopausia Mantener un sueño de calidad es esencial para el desarrollo cognitivo, emocional, físico y mental de todas las personas.
De hecho, diferentes hallazgos científicos señalan que existe una relación bidireccional entre una mala calidad del sueño continuada y crónica, por ejemplo, la provocada por el insomnio, y la aparición de alteraciones de salud de diversos tipos.
De este modo, la falta de sueño también tiene un impacto directo en las mujeres que sufren menopausia, por lo que resulta esencial abordar esta patología. La privación del sueño influye negativamente en el desarrollo de algunos síntomas asociados a la menopausia como la irritabilidad, la sensación de agotamiento, la depresión o la ansiedad.
Además, entre el 30% y el 50% de las mujeres que presentan problemas de sueño durante la menopausia pueden desarrollar insomnio crónico si no reciben un tratamiento adecuado.
Entre los principales síntomas derivados de la menopausia que más perjudican a la calidad del sueño se encuentran los sofocos, que son extremadamente frecuentes y afectan hasta al 85% de las mujeres menopáusicas, causando despertares repetidos durante la noche. Además, el exceso de cortisol derivado de la menopausia produce síntomas de ansiedad, que se relacionan directamente con problemas para conciliar el sueño.
Estas señales que padecen entre el 50% y el 65% de las mujeres con menopausia generan una disrupción de los ritmos biológicos, tanto de la temperatura, el cortisol, la melatonina y la serotonina, lo que provoca una falta de coordinación de todos los factores involucrados en el ciclo sueño-vigilia.
Asimismo, la salud cardiovascular también se ve afectada por los problemas derivados de la falta de sueño, especialmente durante la menopausia. Como comenta la Dra. Estivill, "alrededor del 40% de las mujeres con menopausia tienen un riesgo cardiovascular alto.
Tanto el insomnio como otros trastornos de sueño agravan la falta de regulación hormonal y metabólica, o influyen en el aumento de colesterol que se produce con la disminución de estrógenos. Todos ellos son factores de riesgo cardiovascular que pueden disminuir si las mujeres que presentan insomnio durante la menopausia acceden a un tratamiento adecuado".
QUVIVIQ®, el primer fármaco indicado para el insomnio crónico en adultos que no genera dependencia El insomnio crónico se define por la presencia de dificultades persistentes para dormir durante al menos tres meses, lo que afecta de forma significativa a la calidad de vida y al bienestar físico y emocional.
Daridorexant es el único y primer fármaco innovador autorizado en Europa por las agencias reguladoras en más de dos décadas (Agencia Europea del Medicamento, Swiss Medic, MHRA en UK) con la indicación de insomnio crónico y compatible con el uso a largo plazo. Tras 20 años de investigación, ha sido desarrollado para cubrir el vacío terapéutico existente en los pacientes con insomnio crónico.
Este fármaco es el primer antagonista dual de los receptores de las orexinas aprobado en el territorio europeo. La orexina es un neuropéptido –una pequeña molécula proteica– que se produce en el cerebro y que promueve la vigilia.
QUVIVIQ® bloquea la activación de los receptores de las orexinas, el neurotransmisor responsable de la vigilia, y permite así que llegue el sueño fisiológico. A diferencia de los tratamientos tradicionales, que ejercen un efecto sedante al producir una amplia inhibición de la actividad cerebral, daridorexant bloquea selectivamente la activación de los receptores de las orexinas.
QUVIVIQ® reduce la hiperactivación nocturna presente en pacientes con insomnio crónico y, por tanto, mejora tanto el inicio como el mantenimiento del sueño sin la aparición de efectos residuales a la mañana siguiente, mejorando la capacidad funcional diurna y sin producir dependencia.
Hasta ahora, según lo establecido por las guías europeas de práctica clínica para el tratamiento farmacológico del insomnio en adultos, únicamente se recomienda el uso de las benzodiacepinas y otros hipnóticos no-benzodiacepínicos a corto plazo. Estos fármacos, si bien permiten la inducción al sueño, alteran su arquitectura, provocando en muchos casos tolerancia, dependencia e insomnio de rebote.
A diferencia de estos fármacos, QUVIVIQ® impacta positivamente no solo sobre la cantidad y calidad del sueño, sino también sobre la capacidad funcional de la persona al día siguiente, ofreciendo a médicos y pacientes un salto cualitativo en el tratamiento del insomnio crónico. De acuerdo a los estudios clínicos de hasta 12 meses de duración realizados con el fármaco, su perfil de eficacia y seguridad se mantienen a largo plazo.
