El verano puede ser una época desafiante tanto para las personas con Alzheimer como para sus cuidadores, debido al calor extremo, los cambios en la rutina y las actividades al aire libre. Para garantizar su bienestar, es fundamental planificar con antelación, mantener ciertas rutinas y protegerse del calor, según advierte la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA).
Cuidar de una persona con Alzheimer durante el verano requiere atención especial para asegurar su seguridad y bienestar. CEAFA sugiere que, especialmente en los casos avanzados, es beneficioso anticiparse a las situaciones diarias, hablando desde temprano sobre los eventos del día o involucrando a las personas en actividades sencillas y situaciones sociales.
Aunque en verano se suelen romper las rutinas anuales, mantenerlas es esencial para reducir la confusión y el estrés en personas con Alzheimer. Hacer que su vida sea lo más previsible posible, incluso durante las vacaciones, ayuda a reforzar su seguridad y comodidad, ya que los cambios pueden ser mentalmente agotadores y a menudo no son aconsejables.
Además, las olas de calor son cada vez más frecuentes y prolongadas, afectando especialmente a las personas con Alzheimer. CEAFA destaca la importancia de mantenerse en lugares frescos, especialmente durante las horas más calurosas del día, y de estar correctamente hidratados. También recomiendan vestir ropa ligera y cómoda.
Las altas temperaturas del verano pueden causar estrés y desorientación en las personas con Alzheimer. Para evitar estas situaciones, es importante asegurar que el hogar esté bien ventilado y utilizar ventiladores o aire acondicionado para mantener una temperatura agradable.
Por último, el bienestar del cuidador es crucial para proporcionar una atención de calidad. CEAFA recuerda que los cuidadores deben cuidarse a sí mismos, tomando descansos y, si es necesario, recurriendo a servicios de estancia temporal o respiro familiar. Estos servicios permiten que una persona con Alzheimer reciba cuidado y participe en actividades en un centro especializado por un tiempo limitado, lo que puede ser beneficioso tanto para el paciente como para el cuidador.