Producción del lenguaje figurado en depresión mayor, trastorno bipolar y esquizofrenia

Introducción

Diversos trastornos mentales, como el trastorno depresivo mayor (TDM), el trastorno bipolar (TB) y la esquizofrenia (EZ), se asocian con alteraciones en la producción y procesamiento del lenguaje y del habla. Dentro de este ámbito, se ha observado que el procesamiento del lenguaje figurado —como metáforas, modismos o expresiones idiomáticas— puede estar afectado, dando lugar a interpretaciones excesivamente literales o concretistas.

Si bien la mayoría de los estudios se han centrado en la comprensión del lenguaje figurado mediante pruebas de interpretación y tareas conductuales, la producción espontánea de este tipo de lenguaje ha sido menos explorada, especialmente en personas con depresión mayor y trastorno bipolar.

El presente estudio se propuso analizar comparativamente la producción de lenguaje figurado entre distintos grupos clínicos y controles sanos, con el fin de profundizar en cómo los procesos cognitivos y psicopatológicos influyen en la expresividad lingüística.

Métodos

Participaron 157 personas, distribuidas en los siguientes grupos: 49 con TDM, 19 con TB, 19 con EZ y 70 controles sanos (CS).

Cada participante completó una tarea de descripción de imágenes, a partir de la cual se obtuvieron aproximadamente 1900 minutos de habla espontánea, transcrita y analizada minuciosamente.

Se identificaron y clasificaron metáforas y expresiones idiomáticas, evaluando su frecuencia de uso y la diversidad de dominios fuente (es decir, los campos conceptuales desde los cuales se construyen las metáforas).

Se realizaron análisis estadísticos multivariados (ANCOVA, correlaciones y regresiones), controlando por edad, sexo, nivel educativo y uso de medicación, para examinar las diferencias entre grupos y las asociaciones entre lenguaje figurado, psicopatología y rendimiento cognitivo.

Resultados

Los resultados mostraron que los pacientes, en conjunto, utilizaron proporcionalmente más lenguaje figurado que los controles sanos, particularmente en forma de metáforas e idioms.

Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas entre los subgrupos diagnósticos (TDM, TB y EZ). Asimismo, ni la gravedad de la psicopatología ni el rendimiento cognitivo se relacionaron significativamente con la producción de lenguaje figurado, ni en el conjunto total ni dentro de los grupos individuales.

Se observó una alta variabilidad interindividual en el uso de este tipo de expresiones, lo que sugiere una influencia de factores personales o contextuales más allá del diagnóstico clínico.

Conclusiones

Este estudio constituye una de las primeras comparaciones sistemáticas de la producción del lenguaje figurado entre diferentes trastornos del espectro afectivo y psicótico.

Contrario a lo esperado, los pacientes no mostraron una reducción, sino más bien una mayor propensión a utilizar expresiones figuradas durante el habla espontánea.

Estos hallazgos invitan a reconsiderar la relación entre lenguaje, creatividad y psicopatología, y contribuyen a una comprensión más matizada del lenguaje figurado como fenómeno transversal en salud mental, más influido por diferencias individuales y contextuales que por el diagnóstico específico.

Resumen modificado por Cibermedicina

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