Artículo |
05/04/2017
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ong>Resumen
Se ha informado recientemente una prevalencia de psicosis en la enfermedad de Parkinson del 13,9%1 , en un rango que llega hasta el 75% dependiendo de la metodología, población estudiada y definición empleada2-4. Existe relación no dependiente de la dosis entre los antiparkinsonianos y la presencia o gravedad de síntomas psicóticos inducidos. Los agonistas dopaminérgicos se combinan con Levodopa para disminuir su dosis y mejorar la discinesia y fluctuaciones motoras relacionadas con su administración crónica. El Pramipexol y el Ropinirol son agonistas dopaminérgicos no ergóticos indicados en los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson idiopática, solos o en combinación con Levodopa. El primero se usa con un intervalo de dosis habitual de 1,5-6 mg/día y estimula preferentemente los receptores D3 de la corteza frontal, mesencéfalo y corteza límbica, con menor afinidad para D1 , D2 y D4. El Ropinirol se usa normalmente a dosis entre 2-8 mg/día (máximo 24 mg). Las alucinaciones, sobre todo visuales, constituyen una reacción adversa conocida y frecuente en el tratamiento con agonistas dopaminérgicos y Levodopa. Un meta-análisis demostró que el Pramipexol, en relación con placebo, aumenta el riesgo de alucinaciones (odds ratio 5,2)5 . Es menos frecuente la aparición de delirios, ludopatía, aumento de la libido e hipersexualidad, entre otros trastornos y síntomas psicopatológicos de distinta gravedad6-9. El denominado «síndrome de desregulación de la dopamina» -SDD- (a menudo asociado al uso impulsivo de agentes dopaminérgicos) subsume en la práctica de forma genérica muchos de esos cuadros clínicos, aunque también están implicados fisiopatológicamente en ellos los sistemas colinérgico y serotoninérgico. La aparición de psicosis relacionada con Pramipexol. Pretendemos con este trabajo: 1. Señalar la relación causal de los agentes dopaminérgicos y Levodopa, y en particular del Pramipexol (Mirapexin® ), con las psicosis inducidas en la enfermedad de Parkinson sin demencia, dada la escasez de casos similares descritos en la literatura especializada con ese último; y 2. Constatar la evolución del cuadro clínico psiquiátrico y la efectividad del tratamiento.
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Actas Españolas de Psiquiatría
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