Antecedentes
Siguiendo un enfoque fenomenológico para comprender la conducta suicida, este estudio se enfoca en identificar y analizar las creencias y valores que protegen la vida en personas que experimentan una crisis suicida.
Estas "razones para vivir" (RPV) constituyen factores de protección que pueden ayudar a mitigar el riesgo suicida en momentos críticos. En lugar de ...
Antecedentes
Siguiendo un enfoque fenomenológico para comprender la conducta suicida, este estudio se enfoca en identificar y analizar las creencias y valores que protegen la vida en personas que experimentan una crisis suicida.
Estas "razones para vivir" (RPV) constituyen factores de protección que pueden ayudar a mitigar el riesgo suicida en momentos críticos. En lugar de centrarse exclusivamente en los factores de riesgo, el estudio se enfoca en explorar las convicciones personales y valores que motivan a las personas a sostener la vida durante una crisis suicida.
Método
Se evaluaron 61 adultos hospitalizados debido a una crisis suicida, quienes completaron instrumentos para medir sus razones para vivir (RPV) y el grado de suicidalidad.
Se utilizó un análisis de correspondencias múltiples para identificar grupos de pacientes con diferentes perfiles de RPV, y se examinaron las diferencias en suicidalidad entre estos grupos. Esto permitió identificar patrones específicos en los motivos de cada individuo para seguir viviendo, que posteriormente se analizaron en relación con características demográficas como el sexo y la edad.
Resultados
El análisis identificó cuatro perfiles distintos de RPV entre los pacientes en crisis suicida:
1. Creencias de supervivencia y afrontamiento: Este grupo se caracteriza por la creencia en su capacidad para afrontar dificultades y encontrar formas de sobrevivir a los desafíos.
2. Miedo a la desaprobación social: En este perfil, las personas muestran un fuerte temor a la desaprobación o el juicio de los demás si llegaran a atentar contra su vida.
3. Responsabilidad familiar: Este grupo se caracteriza por el sentido de deber hacia los miembros de la familia, lo que les proporciona una razón significativa para vivir.
4. Preocupación por los hijos: En este perfil, el bienestar de los hijos es el principal motivo para continuar viviendo. Los perfiles mostraron variaciones significativas en función del sexo, pero no se observaron diferencias importantes en relación con la edad. Además, se observó que ciertas razones, como las "Creencias de supervivencia y afrontamiento" y las "Objeciones morales" (rechazo ético o moral al suicidio), suelen debilitarse durante una crisis suicida aguda, lo que puede aumentar la vulnerabilidad en estos momentos críticos.
Conclusiones
Estos hallazgos sugieren que evaluar las razones para vivir (RPV) en personas en crisis suicida puede ser una herramienta valiosa en la práctica clínica. Identificar y reforzar las RPV puede ayudar a los profesionales a conectar al individuo con recursos psicológicos internos, mejorando la comunicación terapéutica y ofreciendo un ancla emocional durante el tratamiento.
Además, estos perfiles pueden ayudar en la formulación del caso, proporcionando una comprensión más detallada de los factores de protección y las necesidades individuales de cada paciente.
Los resultados destacan la importancia de estudios longitudinales para comprender cómo estos perfiles de RPV pueden influir en las trayectorias post-emergencia y las necesidades clínicas específicas en el tiempo.
Este enfoque podría facilitar el desarrollo de intervenciones personalizadas y sostenibles que refuercen las razones para vivir, ayudando a mitigar el riesgo de futuras crisis suicidas y promoviendo una recuperación a largo plazo en individuos vulnerables.
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