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En este estudio se examinaron las neuronas dopaminérgicas de cinco pacientes que habían recibido un trasplante de células fetales hace entre 4 y 14 años. Este tipo de trasplante se ha realizado en un número reducido de individuos: unos 25 en todo el mundo.
Los investigadores consideran que, una vez demostrado que la medicina regenerativa puede ser de gran ayuda frente al Parkinson, el siguiente paso será desarrollar terapias basadas en células madre de pluripotencialidad inducida (células iPS).
"Nuestros hallazgos muestran una firme expresión de los transportadores de dopamina y la ausencia de una morfología mitocondrial anómala en las neuronas dopaminérgicas implantadas durante al menos 14 años después del trasplante", ha señalado Ole Isacson, de la Universidad de Harvard, en Boston.
Según Isacson, sus resultados concuerdan con la mejoría clínica observada en los pacientes sometidos a esta terapia a lo largo de los años, que les permite prescindir de la medicación.
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