Aumenta el malestar para las ventas de psicolépticos

Todo hace suponer que este año y el que viene van a traer cambios para la psiquiatría y sus profesionales desde el ángulo de la política sanitaria y la organización asistencial. Empezando por el Plan de Acción de Salud Mental proyectado por el Ministerio de Sanidad para el periodo 2025–2027 y que marca prioridades como el refuerzo comunitario, la atención infantil y juvenil, la prevención del suicidio, la reducción del uso crónico de benzodiacepinas, la integración de la salud mental en primaria y la mejora también de las urgencias psiquiátricas.

Unos postulados que, de cumplirse, habrán de condicionar la financiación y las contrataciones que se realicen en los próximos años, según considera la autoridad sanitaria estatal. Aunque es previsible que la implementación será desigual por cada territorio ante una temida demora en la incorporación de psicólogos a los centros de salud y en la ampliación del número de camas y unidades de hospitalización psiquiátrica (UPI) en los hospitales. Dándose algunos puntos de preocupación más elevada en regiones como Cantabria y Galicia.

Farmacovigilancia, `pipeline' y salud mental digital

A la doctrina descrita arriba y algunas de las dificultades para su puesta en marcha se suma la cuestión de la farmacovigilancia en el uso de psicofármacos. A partir de informes de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) sobre el uso de antipsicóticos y ansiolíticos/hipnóticos para orientar las políticas de uso racional y de deprescripción. Sin dejar de tener su importancia sus boletines y actualizaciones regulatorias de efecto inmediato como han sido las recomendaciones prácticas sobre clozapina este mismo año, por su perfil de posible alto riesgo que precisa una atenta monitorización. Cobran fuerza también al presente para la práctica clínica la monitorización, la auditoría de prescripciones, los programas de optimización (stewardship de psicofármacos) y las medidas contra el uso crónico no necesario de benzodiacepinas.

Respecto al pipeline, los psiquiatras son los primeros en advertir que la entrada de nuevos medicamentos antipsicóticos o ansiolíticos ha sido más que discreta en los últimos años, con novedades prácticamente circunscritas a las nuevas indicaciones, las actualizaciones de fichas técnicas, aparte de la evaluación de moléculas en desarrollo con prolongación en el tiempo, dicho desde un país con muy intensa producción de ensayos clínicos. En un mercado cuyo crecimiento va especialmente a terapias digitales (DTx), los inyectables de antipsicóticos de larga duración (LAIs) y los tratamientos complementarios para comorbilidades como pueden ser la obesidad, el tabaquismo o algunos tipos de adicciones.

En materia de las citadas DTx, se dispone ya de un Libro Blanco y un consorcio en tabaquismo, trastornos de ansiedad y TDAH con potencial para las autoridades regulatorias y el propio mercado a efectos de certificación y reembolso. Se celebra en cualquier caso que el plan ponga el acento en la prevención del suicidio, su detección temprana en primaria y a través de la formación para el profesorado y los sanitarios. Con el foco puesto igualmente en la salud mental infantil y para la creación de plazas y de la propia especialidad de psicología clínica de la infancia y la adolescencia.

Además, el Ministerio de Sanidad se propone ampliar la formación sobre patología psiquiátrica tanto en primaria como urgencias. Al incluir más monitorización, auditoría de prescripciones, adaptación a DTx y oportunidades en investigación clínica, en orden a promover la adherencia y reducir efectos adversos con evidencias robustas y planificación de acceso a la financiación.

Tranquilidad relativa para el sistema nervioso 

En estas páginas se repasa la última evolución en el mercado de fármacos para el sistema nervioso (N) con precisión al segmento de los psicolépticos (N05). En ambos casos con ajuste a la metodología Flexview de la firma IQVIA para conocer en detalle las ventas realizadas mes a mes en términos de National Sell Out Monthly, dentro de la red estatal de farmacias. Una metodología aplicada en este caso al año movible total (MAT) que transcurrió desde agosto de 2024 hasta el pasado mes de julio, acotado como MAT 07/2025.

Para saber los porcentajes (%PPG) de crecimiento de esta importante clase terapéutica, al igual que las cuotas de mercado alcanzadas (market share, %MS) y las cifras totales conseguidas. Tanto en valor a euros a precios de venta al público (PVP) como en unidades dispensadas.

Todo ello según las categorías de fármacos establecidas por la clasificación ATC (Anatómica, Terapéutica y Química), como sistema de códigos alfanuméricos desarrollado por la OMS para diferenciar los medicamentos según sea por órgano o sistema donde actúan, su acción farmacológica y su estructura química. Clasificación dividida en cinco niveles, desde el grupo anatómico principal hasta cada principio activo concreto.

En el último trienio, el mercado para el sistema nervioso se caracterizó por tener subidas modestas en valor como fueron el 2,4 % en julio de 2023, 2,89 % en el mismo mes de 2024 y 2,49 % del pasado verano. Unos porcentajes que también tuvieron su correlación en volumen, al ritmo del 1,49 % (2023), el 1,57 % (2024) y ya más recientemente, el -0,29 % en julio de 2025. Con una oscilación en las dispensaciones que pasaron de los algo más de 414,1 millones de unidades en 2023, a los superados 420,6 millones de envases en julio de 2024 y los menos de 419,5 millones de cajas de medicamentos que se contaron como dispensados al finalizar el MAT 07/2025. Mientras que, en valor, los menos de 4.000 millones de 2023 se acercaron a los 4.046 millones de 2024 y sólo se convirtieron en los más de 4.146,6 millones de euros a PVP el pasado mes de julio.

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