El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno debilitante del desarrollo neurológico con alta heterogeneidad y sin una causa común clara. Varios fármacos, en particular risperidona y aripiprazol, se utilizan para tratar conductas desafiantes comórbidas en niños con TEA. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. Recomienda act...
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno debilitante del desarrollo neurológico con alta heterogeneidad y sin una causa común clara. Varios fármacos, en particular risperidona y aripiprazol, se utilizan para tratar conductas desafiantes comórbidas en niños con TEA. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. Recomienda actualmente el tratamiento con risperidona y aripiprazol para niños de 5 y 6 años y mayores, respectivamente. Aquí, investigamos el uso de estos medicamentos en pacientes más jóvenes de 4 años o más.
Esta serie de casos retrospectiva incluyó a 18 niños (edad media, 5, 7 años) con TEA tratados en el Kids Neuro Clinic and Rehab Center en Dubai. Estos pacientes comenzaron el tratamiento con risperidona o aripiprazol a la edad de 4 años o más, y todos los pacientes presentaron comportamientos desafiantes comórbidos que justificaron una intervención farmacológica con risperidona o aripiprazol.
Los 18 niños mostraron una mejora objetiva en sus signos y síntomas centrales de TEA. Se observó una mejoría significativa en el 44% de los casos, y la resolución completa (mínima o sin síntomas) se observó en el 56% de los casos según la prueba estándar de la escala de calificación del autismo infantil 2 (CARS2-ST) y la prueba clínica. Escalas de Impresión Global (CGI).
Nuestros hallazgos indican que la administración crónica de medicamentos antipsicóticos con o sin medicamentos para el TDAH es bien tolerada y eficaz en el tratamiento de los síntomas principales y comórbidos del TEA en niños más pequeños cuando se combina con terapias de apoyo estándar.
Este es el primer informe que sugiere un enfoque de tratamiento que puede resolver por completo los signos y síntomas centrales del TEA. Si bien los resultados informados indican una mejora significativa para la resolución completa del TEA, la intervención farmacológica debe continuar considerándose como parte de una intervención de componentes múltiples en combinación con terapias de apoyo estándar. Además, los hallazgos respaldan la necesidad crítica de estudios doble ciego controlados con placebo para validar los resultados.
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