La estimulación cognitiva transforma la calidad de vida de las personas con cáncer de cabeza y cuello
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Autor/autores: monica sv
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Artículo revisado por nuestra redacción
El cáncer de cabeza y cuello afecta a zonas como la cavidad oral, la faringe, la laringe, las glándulas salivales o los senos paranasales. Su tratamiento, que puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia, no solo deja secuelas físicas visibles, sino que también puede repercutir en el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso . En muchos casos, los ...
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El cáncer de cabeza y cuello afecta a zonas como la cavidad oral, la faringe, la laringe, las glándulas salivales o los senos paranasales. Su tratamiento, que puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia, no solo deja secuelas físicas visibles, sino que también puede repercutir en el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso . En muchos casos, los pacientes presentan alteraciones cognitivas que afectan a su memoria, atención, lenguaje, capacidad de organización o regulación emocional.
Estas dificultades pueden estar relacionadas con el daño directo de las estructuras cerebrales, los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos o el impacto emocional del proceso de enfermedad. La consecuencia es una disminución en la autonomía y la calidad de vida, incluso una vez superado el tratamiento médico .
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, la plataforma digital NeuronUP subraya la importancia de incorporar la rehabilitación cognitiva como parte del abordaje integral a estos pacientes . Aunque este tipo de cáncer representa cerca del 5% de todos los tumores, su impacto en la vida diaria puede ser especialmente profundo.
La rehabilitación neuropsicológica permite trabajar de forma estructurada y personalizada sobre estas funciones alteradas. Pese a que se desconocen cuántos de los pacientes con esta enfermedad presentan deterioro cognitivo leve, un estudio respaldado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. UU. señala que hasta el 75% de las personas experimentan cambios cognitivos durante el tratamiento, y hasta un 35% de las personas presentan síntomas después del tratamiento.
Profesionales como neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y logopedas pueden aplicar sesiones de estimulación cognitiva adaptadas al perfil de cada paciente, ya sea en formato presencial o remoto. Este tipo de intervención contribuye no solo a la recuperación funcional, sino también a la mejora del estado de ánimo, la autoestima y la reintegración social.
En este contexto, herramientas como NeuronUP facilitan el diseño y la planificación de programas específicos centrados en funciones como la atención, la memoria, el lenguaje o las funciones ejecutivas. La plataforma pone a disposición de los profesionales miles de actividades clasificadas por áreas y niveles de dificultad, lo que permite una intervención flexible y centrada en los objetivos terapéuticos de cada caso.

