Autor/autores:
Sandra Flynn , Jane Graney, Thabiso Nyathi...(et.al)
Se estima que 1 de cada 10 personas tiene un trastorno de personalidad. Las personas con trastorno de personalidad emocionalmente inestable tienen un alto riesgo de suicidio. A pesar de ser usuarios frecuentes de los servicios de salud mental, a menudo no existe una vía clara para que los pacientes accedan a tratamientos efectivo. Para describir las características de los pacientes ...
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Se estima que 1 de cada 10 personas tiene un trastorno de personalidad. Las personas con trastorno de personalidad emocionalmente inestable tienen un alto riesgo de suicidio. A pesar de ser usuarios frecuentes de los servicios de salud mental, a menudo no existe una vía clara para que los pacientes accedan a tratamientos efectivo.
Para describir las características de los pacientes con trastorno de personalidad que murieron por suicidio, se han examinado las vías de atención clínica y explorado si la atención se adhirió a la guía del Instituto Nacional de Salud y Excelencia.
El estudio examinó los registros de salud y los informes de incidentes graves de pacientes con trastorno de la personalidad que murieron por suicidio en el Reino Unido.
La mayoría tenía un diagnóstico de trastorno límite / emocionalmente inestable o de personalidad antisocial. Una alta proporción de pacientes tenía antecedentes de autolesiones (n = 146, 95%) y alcohol (n = 101, 66%) o uso indebido de drogas (n = 79, 52%). Encontramos un patrón extenso de contacto con el servicio en el año anterior a la muerte, sin una vía clara para los pacientes. La atención fue inconsistente y hubo lagunas en la prestación del servicio. En 99 (70%) de los 141 pacientes con datos, el último episodio de atención siguió a una crisis. El acceso a terapias psicológicas especializadas era limitado; se cumplieron los ingresos hospitalarios a corto plazo; sin embargo, no se siguió la orientación sobre la prescripción a corto plazo para condiciones comórbidas en dos tercios de los pacientes.
Se requiere continuidad y estabilidad de la atención para prevenir, en lugar de responder a las personas en crisis. Se recomienda una auditoría integral de los servicios para personas con trastorno de la personalidad en todo el Reino Unido para evaluar la calidad de la atención brindada.
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