Resumen
Antecedentes:
Una enfermedad / lesión que amenaza la vida en la infancia puede conducir a reacciones de socorro significativas en los padres; mediante estudios independientes se encontraron este tipo de reacciones en varios grupos de diferentes enfermedades. Hasta la fecha, hay pocas investigaciones que comparen sistemáticamente la prevalencia de reacciones psicológicas adversas de padres a través de diferentes grupos de enfermedades de la infancia con una amenaza aguda para la vida aguda. Este estudio tuvo como objetivo investigar la frecuencia y severidad de los síntomas de estrés agudo traumático, la depresión, la ansiedad y el estrés general de los padres, después de la admisión en el hospital de un hijo por una enfermedad que amenaza la vida. El estudio también apuntó para explorar la relación entre estos síntomas y determinar si difieren de acuerdo a la enfermedad / lesión.
Métodos:
Se reportan datos transversales de un estudio longitudinal prospectivo. Los participantes fueron 194 padres (49 parejas) de 145 niños, ingresados en cardiología (n = 53), oncología (n = 40) y unidades de cuidados intensivos pediátricos (n = 52), por enfermedades / lesiones graves. Los padres completaron cuestionarios de auto-informe dentro de las cuatro semanas de ingreso hospitalario.
Resultados:
Las tasas de estrés postraumático agudo (P = 0,262), depresión (p = 0,525), ansiedad (p = 0,453) y de síntomas de estrés en general (P = 0,720) en los padres fueron comparables entre el tipo enfermedad, llegando al 49-54% de criterios para trastorno de estrés agudo, 15-27% de niveles clínicos de depresión y ansiedad y 25-31% para el estrés general. La ansiedad estuvo más fuertemente asociada con el estrés agudo traumático (r = 0,56), seguido de cerca por el estrés (r = 0,52) y la depresión (r = 0,49), siendo todas las correlaciones altamente significativas (P <0,001).
Conclusiones:
Estos resultados proporcionan evidencia de que la condición médica del niño no está asociada con la experiencia de los síntomas psicológicos clínicamente significativos de los padres, y hacen hincapié en la importancia de que los proveedores de atención de salud tengan en cuenta estas posibles reacciones psicológicas en los padres, independientemente del tipo de enfermedad.
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