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El estudio, publicado en la revista Plos One, ha revelado que tanto los hombres como las mujeres son capaces de evaluar con precisión la inteligencia de los hombres mediante la visualización de fotografías faciales.
Tras analizar los resultados del experimento, los científicos concluyeron que los rostros que se asocian con la mayor inteligencia son más prolongados, con una distancia más amplia entre los ojos, una nariz más grande, un ligero repunte de las esquinas de la boca y la barbilla nítida.
Por el contrario, las caras que se perciben como menos inteligentes son más anchas, más redondeadas con ojos más estrechos entre sí, una nariz más corta, una disminución de las esquinas de la boca, y una barbilla redondeada y masiva.
Para llegar a estas conclusiones, se pidió a 160 voluntarios, de los cuales 75 eran hombres y 85 mujeres, que evaluaran 80 fotografías de estudiantes que habían sido sometidos a una prueba de inteligencia. En las imágenes, los jóvenes tenían una expresión neutral y no llevaban joyas, cosméticos o adornos.
Los calificadores debían usar una escala de 1 a 7 (siendo 1 la puntuación más alta y 7 la calificación la más baja) para evaluar el atractivo y la inteligencia de cada persona que aparecía en las fotografías.
Los resultados revelaron que tanto los hombres como las mujeres eran capaces de evaluar con precisión la inteligencia de los varones con sólo ver las fotografías. De este modo, los hombres con un coeficiente intelectual más alto efectivamente fueron percibidos como más inteligentes, pero no pasó lo mismo con las mujeres.
Los investigadores señalan que el estudio no ha revelado ninguna relación entre la inteligencia y el atractivo. El fuerte efecto de atracción que predomina en las personas el rostro de las mujeres, según los científicos, no deja evaluar con precisión el nivel de inteligencia de las féminas, haciendo efectivo el método visual de medición del coeficiente intelectual solo con los hombres.
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