Autor/autores:
Sven C. Mueller
En este número, Bränström y Pachankis proporcionan datos novedosos de una muestra de población total sobre la utilización de tratamientos de salud mental en personas transgénero en relación con la población general. Las personas transgénero (o trans), es decir, las personas que se identifican con un género diferente al que s...
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En este número, Bränström y Pachankis proporcionan datos novedosos de una muestra de población total sobre la utilización de tratamientos de salud mental en personas transgénero en relación con la población general.
Las personas transgénero (o trans), es decir, las personas que se identifican con un género diferente al que se les asignó al nacer, con frecuencia padecen trastornos de salud mental, principalmente trastornos del estado de ánimo y ansiedad, y se han documentado altas tasas de intentos de suicidio. Sin embargo, hasta la fecha, ha sido difícil establecer cifras precisas debido a los tamaños de muestra pequeños, la falta de grupos de comparación, las tasas de prevalencia bajas y las tasas de prevalencia divergentes entre países.
En Suecia, el registro de población general está conectado con el registro nacional de pacientes del país, lo que permite a los investigadores vincular el estado de género y el género legal de un ciudadano con su uso de tratamiento de salud mental y la hospitalización previa resultante de un intento de suicidio. Bränström y Pachankis aprovecharon esta oportunidad única para evaluar la utilización del tratamiento de salud mental de 2. 679 personas trans en relación con la población sueca total (9. 747. 324 personas).
En un segundo análisis, post hoc y no planificado, también compararon a las personas trans con una muestra emparejada de esta población general. Sus interesantes datos sobre la población trans sueca muestran claramente, primero, que si bien las personas trans tienen aproximadamente seis veces más probabilidades que la población general de sufrir trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, estas tasas se reducen notablemente con el tiempo desde la última cirugía de afirmación de género. La tasa de hospitalización por intentos de suicidio también se redujo drásticamente.
En segundo lugar, las personas trans, no obstante, reciben entre 3, 4 y 3, 9 veces más prescripciones de antidepresivos y ansiolíticos que la población general, e incluso 10 años después de las cirugías de afirmación de género, las tasas de trastornos del estado de ánimo y de ansiedad siguen siendo elevadas (21, 1% para trans en comparación con 12, 5% para cis personas). Además, a nivel sociodemográfico, los resultados del estudio ilustran que, al menos en Suecia, la población trans es más joven en promedio que la población general.
Estos hallazgos hacen avanzar significativamente el campo y comienzan a abordar los pedidos de datos de toda la población sobre la utilización de tratamientos de salud mental y el uso de medicamentos recetados entre las personas trans. Las síntesis anteriores han sido subóptimas y se han restringido a revisiones y metanálisis de hallazgos pequeños y dispares de diferentes países y culturas que naturalmente incluían diferentes definiciones de personas transgénero, o fueron reclutados de varios grupos (encuestas basadas en Internet, muestras de conveniencia o entrevistas psicológicas y psiquiátricas en la admisión para servicios de afirmación de género). Debido a la manera uniforme en que se recopilaron y analizaron los datos actuales, estos factores se excluyen en este estudio.
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