Artículo |
27/06/2014
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ong>Resumen
La definición de la psicosis se ha hecho basándose en los síntomas que la distinguen, sin atender prácticamente a la persona que los sufre. Este fenómeno se ha agudizado sobre todo a partir de la aparición de los Criterios Diagnósticos que han borrado cualquier alusión a una organización psíquica común a las distintas manifestaciones psicóticas.
Al mismo tiempo, se ha especificado que aquello que diferencia a la neurosis de la psicosis es que en este último caso, no se conforma un juicio de realidad correcto, como puede admitirse que existe en alucinaciones o delirios. De la misma forma, se viene sosteniendo que el psicótico es una persona encerrada en símisma e incapaz de ser objetiva y que se mueve en el reino de la subjetividad.
Confrontando estas directrices, por nuestra parte vamos a contemplar en la psicosis a alguien que muestra una agenesia de la subjetividad, hecho que puede demostrarse en los síntomas, en los que descubrimos algo que le viene al paciente desde afuera.
El recorrido que aquí hacemos parte de: 1º) entender la psicosis como una organización estructural con características definidas y comprobables en la clínica y, fundamentalmente, 2º) descubrir una ausencia de desarrollo de la subjetividad, de manera que el paciente se halla prisionero en el exterior y que, por lo tanto, sus introducciones no son subjetivas sino objetivas. Trátase de aseveraciones que crean una nueva forma de entender al psicótico y que explica lo incomprensible de los fenómenos que padece.
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,Artículo,Interpsiquis-2014,
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