El consumo de cannabis tras el inicio del primer episodio de psicosis se ha relacionado con un mayor riesgo de recaída y de no adherencia con la medicación antipsicótica. No está claro si el mal resultado asociado con el consumo de cannabis está mediado por un efecto adverso del cannabis sobre la adherencia a la medicación.
En un análisis prospectivo de los datos obtenidos de cuatro diferentes unidades de pacientes adultos hospitalizados y ambulatorios del South London y Maudsley Mental Health National Health Service Foundation Trust en Londres, Reino Unido, 245 pacientes fueron seguidos durante 2 años desde el inicio del primer episodio de psicosis. El consumo de cannabis después del inicio de psicosis se evaluó mediante auto-informes en entrevistas de seguimiento cara a cara. Los datos de recaída se recolectaron de notas clínicas utilizando el programa de Life Chart de la OMS. Esta medida también se usó para evaluar la adherencia a la medicación sobre la base de entrevistas cara a cara y notas clínicas. Se incluyeron a los pacientes si tenían un diagnóstico de primer episodio de psicosis no orgánica o afectiva de acuerdo con los criterios de la CIE-10, y tenían entre 18 y 65 años cuando se refirieron a servicios psiquiátricos locales. Utilizamos el análisis de modelos de ecuaciones estructurales para estimar si la adherencia a la medicación medió en parte los efectos del uso continuado de cannabis sobre el riesgo de recaída. La variable de resultado primaria fue la recaída, definida como la admisión a una unidad psiquiátrica de pacientes hospitalizados después de la exacerbación de los síntomas dentro de los 2 años de la primera presentación a los servicios psiquiátricos. Se investigó la información sobre el consumo de cannabis durante los primeros 2 años después de la aparición de la psicosis como variable predictora de recaída. La adhesión a la medicación se evaluó como una variable mediadora sobre la base de los registros clínicos y los datos de autoinforme. Los investigadores del estudio (TS, NP, EK y EF) evaluaron la adherencia.
397 pacientes que presentaron su primer episodio de psicosis entre el 12 de abril de 2002 y el 26 de julio de 2013 tuvieron una evaluación de seguimiento hasta septiembre de 2015. De los 397 pacientes atendidos, 133 se negaron a participar en este estudio y 19 no se pudo incluir debido a la falta de datos. 91 (37%) de 245 pacientes con primer episodio de psicosis tuvieron una recaída durante los 2 años de seguimiento. El consumo continuado de cannabis predijo malos resultados, incluido el riesgo de recaída, el número de recaídas, la duración de la recaída y la intensidad del cuidado durante el seguimiento. En los análisis de modelado de ecuaciones estructurales controladas, la adherencia a la medicación medió en parte el efecto del uso continuo de cannabis sobre el resultado, incluido el riesgo de recaída (proporción mediada = 26%, ?indirecto = 0, 08, IC95% 0 004 a 0-16) número de recaídas (36%, ? efectos indirectos = 0 · 07, 0 · 003 a 0 · 14), tiempo hasta recaída (28%, ? efectos indirectos = -0,26, -0,53 a 0,001) y la intensidad del cuidado (20%, ? efectos indirectos = 0 · 06, 0 · 004 a 0-11), pero no la duración de la recaída (6%, ? efectos indirectos = 0 · 03, -0 · 03 a 0 · 09). Los modelos ajustados explicaron cantidades moderadas de varianza para los resultados definidos como riesgo de recaída (R2 = 0,25), número de recaídas (R2 = 0,21), duración de la recaída (R2 = 0,7), tiempo hasta la recaída (R2 = 0 · 08), y el índice de intensidad de cuidado (R2 = 0 · 15).
Entre el 20% y el 36% de los efectos adversos del consumo continuado de cannabis sobre el resultado en la psicosis podría estar mediado a través de los efectos del consumo de cannabis en la adherencia a la medicación. Las intervenciones dirigidas a la adherencia a la medicación podrían ayudar en parte a mitigar el daño causado por el consumo de cannabis en la psicosis.
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