Autor/autores:
Kiran Badesha, Sarah Wilde, David L. Dawson...(et.al)
Objetivos La demanda actual de servicios de salud mental para niños y adolescentes supera la capacidad de prestación de servicios. Se requiere una mayor investigación para comprender la utilidad de las intervenciones de autoayuda accesibles, como las aplicaciones móviles. Este estudio buscó investigar si el uso de una aplicación de salud mental, respalda...
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La demanda actual de servicios de salud mental para niños y adolescentes supera la capacidad de prestación de servicios. Se requiere una mayor investigación para comprender la utilidad de las intervenciones de autoayuda accesibles, como las aplicaciones móviles.
Este estudio buscó investigar si el uso de una aplicación de salud mental, respaldada por CBT, condujo a cambios en la angustia psicológica entre los adolescentes. Se examinaron los mecanismos de cambio, específicamente si los cambios son atribuibles a las estrategias cognitivas.
Este estudio utilizó un diseño experimental de caso único de línea de base múltiple, rastreando variables a lo largo de las fases de línea de base y de intervención. También se administraron encuestas que evaluaban la experiencia de los participantes.
Cinco participantes con niveles de angustia psicológica de moderados a graves participaron en una aplicación basada en TCC durante cinco semanas. Los participantes fueron reclutados tanto de un servicio de bienestar como de la población general. Las llamadas semanales complementarias a los participantes ofrecieron aclaraciones sobre el contenido de la aplicación.
Fue evidente un pequeño efecto general de la intervención de la angustia psicológica; sin embargo, los resultados dependieron del análisis realizado.
La intervención pareció promover un aumento en el uso de estrategias cognitivas adaptativas pero no estilos de pensamiento negativos. La aplicación CBT no promovió cambios en el bienestar de los participantes. Los comentarios de los participantes destacaron los desafíos prácticos de utilizar la aplicación.
Los beneficios clínicos de la TCC basada en aplicaciones fueron pequeños y se reconocieron una variedad de barreras para la participación. Si bien se requiere más investigación, se debe tener precaución en la interpretación de los estudios que informan sobre la efectividad de la aplicación.
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