La formación médica continuada y el desarrollo profesional continuo son una obligación ética de todos los médicos a lo largo de su trayectoria profesional; y facilitar y proporcionar el máximo de herramientas que resulten de utilidad y ayuda a los profesionales en la búsqueda de la excelencia, no solo en las competencias propias de cada especialidad, sino también en los valores que sustentan la buena conducta en la práctica médica, es responsabilidad de las instituciones que repre sentamos a la profesión.
Esta guía contempla distintos ámbitos en los que el médico se puede encontrar ante una disyuntiva en el día a día de su actividad asistencial, docente, investigadora y de gestión: los principios que cimentan el profesionalismo en la práctica médica; la relación médico-paciente y el indestructible vínculo que debe crearse entre ellos; la competencia profesional, entendida como el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes aplicadas de forma completa, clara, precisa e inteligible; la necesaria comunicación eficaz y afectiva y la colaboración a dos niveles: con los pacientes y también con los compañeros; las relaciones intra e interprofesionales y el imprescindible trabajo en equipo, en pro de una mejor atención al paciente; la seguridad y calidad en los procesos; la práctica profesional y el aprendizaje; y el conocimiento de la naturaleza, las peculiaridades y el funcionamiento de las organiza
ciones sanitarias y los sistemas de salud en su complejidad.
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