Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) tienen más probabilidades de presentar trastornos mentales y sus hijos enfrentan un mayor riesgo de desarrollar trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastorno del espectro autista (TEA), según un nuevo estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
El SOP afecta a entre el 7 y el 10% de las mujeres en edad fértil y es la causa más común de infertilidad en jóvenes. Los niveles elevados de hormona masculina asociados a la enfermedad conducen a muchos otros síntomas emocionalmente angustiosos, como menstruaciones irregulares, exceso de vello facial y corporal, aumento de peso y acné.
"El SOP es una de las afecciones más comunes que afectan a las mujeres jóvenes hoy en día y el efecto sobre la salud mental aún se aprecia poco", afirma uno de los autores del estudio, Aled Rees, de la Universidad de Cardiff, Reino Unido. "Este es uno de los estudios más grandes en examinar los resultados adversos de la salud mental y el desarrollo neurológico asociados con el SOP y esperamos que los resultados generen mayor conciencia, detección más temprana y nuevos tratamientos", añade.
En el estudio retrospectivo de diseño de cohortes, los investigadores evaluaron los antecedentes de salud mental de casi 17.000 mujeres diagnosticadas de SOP. El estudio aprovechó los datos del Clinical Practice Research Datalink (CPRD), una base de datos que contiene registros de 11 millones de pacientes recogidos de 674 prácticas de atención primaria en Reino Unido.
Cuando se compararon con mujeres no afectadas, el estudio encontró que las pacientes con SOP presentaban más probabilidades de ser diagnosticadas de trastornos de salud mental, incluyendo depresión, ansiedad, trastorno bipolar y trastornos de la alimentación.
Los niños nacidos de madres con SOP también se encontraron en mayor riesgo de desarrollar TDAH y trastornos del espectro autista. Estos hallazgos sugieren que las mujeres con SOP deben someterse a exámenes de detección de trastornos de la salud mental para garantizar un diagnóstico y tratamiento tempranos y, en última instancia, mejorar su calidad de vida.
"Se necesita más investigación para confirmar los efectos del neurodesarrollo de SOP y para abordar si todos o algunos tipos de pacientes con SOP están expuestos a riesgos de salud mental", concluye Rees.