Resumen

El caso que presentamos es el de una mujer de 38 años con trastorno grave por uso de múltiples sustancias de larga data, cuyas sustancias principales son cocaína, cannabis y benzodiacepinas y períodos previos de dependencias a drogas por vía inyectada. Muestra claramente una interferencia en el tratamiento derivado de las características de su patología dual. Exponemos las dificultades con las que los profesionales en los centros de Atención a drogodependencias (CAID), nos encontramos a la hora de poner límites a este tipo de pacientes y la escasa adherencia terapéutica a cualquier tipo de tratamiento, tanto en el ámbito médico como psicológico. Además, mostramos la importancia de la falta de apoyos interrelacionales, familiares, mostrando la disfuncionalidad que provoca en este tipo de pacientes; dando lugar a un gran descontrol en sus comportamientos. También exponemos la importancia de la multidisciplinareidad, es decir, de trabajar en equipo profesionales de ámbitos diferenciales, pero imprescindibles en el abordaje de la problemática que nos ocupa.

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