La Medicina Personalizada supone un cambio de paradigma en el ámbito médico. El gran reto, según José Martínez Olmos, senador del Grupo Parlamentario Socialista, es cómo hacer posible que lo que se deriva de la Genómica, de la Genética y de la Medicina de Precisión sea accesible a todos los pacientes que lo necesiten con calidad y equidad. Esta revolución científica, señala, “merece una gran política de Estado porque tiene unas dimensiones desconocidas en comparación con otras cosas que han pasado en el mundo de la Medicina”.
Con el desciframiento del genoma se produce un gran salto en la Medicina y esto ha supuesto el conocimiento de aspectos nuevos sobre las enfermedades. “La dificultad ahora está en saber si esto se va a poder pagar”, ha apuntado Martínez Olmos en el Seminario en Medicina Personalizada de Precisión para profesionales de la comunicación organizado por el Instituto Roche. Hacer un planteamiento que asegure la equidad “requiere un esfuerzo de reorganización de los sistemas sanitarios. La sostenibilidad pasa por que los profesionales y los ciudadanos reciban lo que tienen que recibir: calidad y equidad”.
En su opinión, hay que “abordar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios mundiales para que las tecnologías lleguen a todas las personas. Las formas de pago, las incógnitas sobre su efectividad y reflexionar sobre nuevas maneras de poder hacer acuerdos con la industria para que estos productos se puedan pagar, por lo tanto, nuevas políticas de fijación de precios y de financiación de estos productos no solo a nivel nacional, también a nivel internacional”.
PUBLICIDAD
En esta idea coincide Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, que asegura que para que la Medicina Personalizada llegue al Sistema Nacional de Salud hace falta contar con la Administración y los políticos. “Tiene que existir sensibilidad política para que el SNS se adapte a esta nueva realidad existencial, incluso se plantea la necesidad de adaptar la cartera de servicios del sistema porque, evidentemente, el sistema lo tiene que hacer suyo”. Y ha añadido que todos tienen que estar preparados, “clínicos, políticos y medios de comunicación para que la sociedad conozca bien la Medicina de Precisión, y al final, colaboren con el sistema sanitario para que sea una realidad en las vidas de todos cuando necesitemos de este tipo de tecnologías”.
Hace unos meses se obtuvo el compromiso del Gobierno de desarrollar una Estrategia Nacional de Medicina de Precisión para hacer posible la coordinación de acciones en este campo. “Esta estrategia se debe de hacer con el consenso de las comunidades autónomas y contando con las sociedades científicas”, aclara Martínez Olmos.
Esta Estrategia se va a diseñar al mismo tiempo que en el Senado tienen lugar las ponencias de estudio con expertos en Medicina de Precisión, en las que los grupos parlamentarios obtienen recomendaciones estratégicas que van a requerir actuaciones e iniciativas en Medicina de Precisión en el ámbito internacional.
PUBLICIDAD
